Culpa

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¿Que era la cosa verde que comía esa chica?

Lo otro claramente eran dátiles pero junto a ellos había algo verde y redondo, quizá no tan redondo.

De pronto dejó de comer y miró de reojo a donde estaba yo pero no hizo nada más, me vio unos segundos y siguió comiendo distraídamente.

Me quedé quieto sin saber que hacer, acababa de ser descubierto y también acababa de ser ignorado completamente.

Justo cuando decidí que debía irme y dejarla sola ella se levantó de la piedra donde estaba sentada y tomó la bolsa donde guardaba su comida, metió la mano en ella y sacó dos de esas bolas verdes y un puñado de dátiles.

-Si tienes hambre puedes comer esto-dijo dejándolos sobre la piedra-Estoy llena-

Se fue caminando tranquilamente hasta que desapareció de mi vista, volteé para ver lo que me había dejado y me acerqué con cuidado. Podría esta envenenado, era la posibilidad que más se me antojaba verdadera, aun asi tome las cosas verdes y las examine un minuto, parecían haber sido peladas a prisa pues aun podía ver alguna espinas en ellas; las coloqué con cuidado en mi bolso para no espinarme con ellos y lance los dátiles al suelo desconfiado de su origen.


-Helga-

Mirame

-¿Humm?-

-Helga-

Solo un segundo por favor

-Debo terminar esto-

-Vuelve a la cama por favor-

No lo admitiría pero me sentía solo cuando ella se alejaba a la hora de dormir ¿Que me había pasado?

-Volveré cuando termine esto-

-Entonces será de mañana y yo tendré que irme-

Finalmente me mira pero esta molesta

-Cyno-

-Solo finges estar ocupada con algo por que alguien del gremio te hizo enojar y crees que si estás lejos de mí no me daré cuenta y no iré a por ellos mañana-no responde pero su expresión se suaviza

-Es exactamente por ese tipo de cosas que me tratan mal-

-¿Crees que es mi culpa?-

-Es toda esa atención tuya, la gente me da un trato diferente creyendo que se acercaran a ti y los del gremio se enojan conmigo-

-No es eso, ellos realmente se sienten menos que tú, es gracias a ti y a tus inventos que específicamente tú equipo esta aqui, sin ti ellos jamás habrian llegado a Sumeru-

Finalmente deja lo que está haciendo y vuelve a la cama conmigo, abro las mantas para ella pero se sienta en la orilla.

-Ellos también son inteligentes-dice tratando de defenderlos-Solo que...

-Si lo fueran no te habrían dado la espalda-Helga suspira y yo me siento para abrazarla por la espalda-Quizá actúe de más aquella vez, y si, tengo cierta responsabilidad sobre tu situación con el gremio de aventureros. Perdoname-

No me responde pero deja caer su peso sobre mí suspirando.

-¿Como acabe aqui?-

No respondo.

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Otra vez me miran de esa forma.

Me siento acongojada, todos habían sido tan buenos conmigo cuando me uní al equipo por primera vez y ahora era una paria.

Me di la vuelta en la silla y seguí trabajando con las piezas mecánicas que me corresponden. Yo seguía siendo la líder del equipo y si algo sabía bien era que no importa qué tan capacitados y expertos son los miembros de un equipo si quien lidera es un inutil.

-Hora de comer-anuncia una mujer del gremio, todos se retiran menos yo que como en silencio dentro del taller.

Quiero ver a Cyno, estuve tan fría con él anoche que me siento culpable... Pero también quería que reconociera que tiene parte de la culpa en lo que me pasa.

Recargo mi cabeza en el escritorio y cierro los ojos, si lo hago puedo descansar un poco aunque sea.


De camino a la casa de Cyno voy lenta y me detengo en algunos puestos fingiendome interesada en cualquier baratija.

No quiero llegar porque él aún no ha vuelto y no sé cuándo lo hará.

-20 moras-dice la vendedora y trato de no fruncir el ceño ante el precio exagerado de sus productos ¿Es por que soy extranjera? Supongo que sí y es por eso que Cyno hace las compras y no yo.

Sigo mi camino pensando en que los problemas empezaron cuando acepté por cuenta propia irme a vivir con Cyno en vez de quedarme en la posada del gremio como mis compañeros.

Me tallo los ojos, no quiero pensar en eso porque hacerlo sería decir que me arrepiento de hacerlo cuando no es así.

Conocer a Cyno fue... extraño pero ahora mismo me sentía en las nubes solo de pensar en llegar a casa para verlo.

Historias de TeyvatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora