-¿Una mujer inconsciente?-Jean dejo todos los papeles que cargaba en el escritorio-¿De que hablas Klee?-
La pequeña parecía apenada, estaba segura de no haber sido ella quien daño a la mujer pero temía que Jean no pensara lo mismo.
-Encontré a una mujer cerca del lago de Sidra, pero cuando me acerque para saludar ella se desmayo-explico nerviosa
-¿Y la has dejado sola?-
-¡¿Cómo podría yo traerla?!-
Jean se toco la frente y movió la otra mano
-Rápido, llamen a alguien que vaya por ella-
-Si Maestra-respondieron los soldado en la puerta.
///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Seguía buscando a Klee, me preocupe cuando oí que la habían visto cerca del lago de Sidra, no podía dejar que hiciera volar a los peces de nuevo.
Camine por la orilla hasta que un bulto extraño pareció moverse. Me oculte detrás de un arbusto y vi a una mujer levantarse del suelo, parecía aturdida o eso pensé cuando repentinamente sus ojos chocaron con los míos, como si supiera que alguien estaba mirándola.
-¿Quien esta ahí?-pregunto con voz ronca pero no pude responder, sus irises rojos me tenían como un idiota solo mirándola fijamente-Lo digo en serio ¿Quién eres?-
Tosí antes de hablar lo cual pareció alarmarla y salí de detrás de los arbustos, ella retrocedió unos pasos
-Soy Kaeya, Capitán de caballería-
Sus ojos se abrieron mucho y pareció alarmarse aun mas
-Oh no, no, no-miro a todos lados y siguió retrocediendo
-Espera-
-Tengo que irme de aquí ahora mismo-de pronto pareció que su cabeza le dolía, se cubrió un ojo y gimoteo-Duele-
-Déjame llevarte con los caballeros de Favonius, ellos te atenderán-la sombra de los arboles dejo de cubrirla mientras mas retrocedía, su cabello blanco brillante estaba desarreglado y sus ojos mostraban su pánico-Por favor deja de retroceder, caerás al lago-
Finalmente se detuvo, miro detrás de ella y después regreso su vista a mi, estaba llorando.
-Quiero volver a casa-yo intentaba acercarme a ella, temía que saltara intencionalmente, no se veía bien.
-Te ayudare a volver, pero debes quedarte quieta-
-¡¡Tío Kaeya!!-la voz de Klee me entretuvo y cuando volví a mirar la chica había desaparecido, corrí a la orilla del lago pero no se había escuchado ruido de una caída y el agua estaba calmada.
-¡Klee! ¡Deja de correr!-Amber venia detrás de la niña tan agitada
-¡¿¿Ahhhhh??!-Klee se paro a mi lado y comenzó a mirar todo-La chica se fue-
-¿Una chica?-pregunte intrigado
-Jean nos envió a ambas después de que Klee reportara a una extraña mujer inconsciente en esta área-Amber miro el lugar detenidamente y después a mi-No la habrás asustado ¿O si?-
ESTÁS LEYENDO
Historias de Teyvat
RomanceSerie de relatos romanticos cortos. Acompañame a leer sobre las distintas chicas de Teyvat que forman parte de esta linda historia.