-Con todo esto quizá una confesión seria algo bueno-
-No tengo nada que confesarte-
Me siento en la mullida cama, ella sigue de pie pero su expresión se ha suavizado.
-¿Porque me compraste?-
-Ya lo sabes-
-No lo se-
Teniéndola frente a mi hasta un idiota se daría cuenta. Estiro la mano y deshago la trenza.
-Me gusta cuando usas el cabello suelto-
La oigo suspirar y deja de taparme el paso, me rodea y se sienta en la cama.
-¿Cenaremos juntos?-pregunta esperanzada, asiento y puedo ver una leve sonrisa en su rostro-Me alegra-
Aunque mi plan inicial era marcharme vuelvo sobre mis pasos y me quedo parado frente a ella.
-Tus ojos parecen joyas-susurro y ella levanta la vista-Son lindos-
-Ya eran rojos pero tengo la sensación que se volvieron mas brillantes al conocerte-me dice tranquila-Podría ver tu cabello rojo todo el día si pudiera, quizá se me ha estampado en las iris-
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Por un momento no sabe que responderme, cree que es el único que puede abochornar a alguien.
-No digas locuras-se inca delante de mi y apoya su barbilla en mis rodillas, sigue mirándome fijamente.
Esta vez yo tomo la cola de su cabello y deshago el nudo, no me detiene.
-No es tan largo como parece-digo sosteniendo las puntas entre mis dedos
-Seria difícil mantenerlo, es por eso que me sorprendió ver a una esclava con el cabello tan largo ese día-
-Bueno, el amo creía que era una buena carta de presentación, entre mas extravagante luciera podría venderme a un precio mas elevado-
-Deja de llamarlo amo, esta muerto-su expresión se endurece, lo estiro de los hombros para que se levante un poco y me dejo caer de espaldas en el colchón, Diluc se inclina frente sobre mi.
-Nunca supe su nombre real, si esta muerto menos importa como se llamo-
Con las manos apoyadas cada una al lado de mi cabeza me mira fijo
-Tus ojos también son rojizos-
-Mis ojos no son muy notorios-
-Es por esa expresión de aburrimiento que siempre cargas-
-Es seriedad, deberías conocerla-
Inclino mi cuerpo para estar semi sentada y acaricio su mejilla, lo he tomado desprevenido
-Esa es una expresión linda-susurro cerca de su rostro, en segundos pasa de sorprendido a avergonzado por mi cercanía-¿Que ocurrió con tu seriedad?
-Basta-sentencia pero no se ha movido ni un centímetro
Mis dedos recorren el perfil de su barbilla, es suave y la sombra de una barba se deja sentir. El pasa mucho tiempo fuera de la mansión, y cuando viene se deja ver poco.
-¿Que si no quiero parar?-cuestiono tratando de sonar firme, pero como no puedo apartar la vista de el mi voz parece quebrarse
-¿Me tienes miedo?-esta tan cerca de mi que sus labios apenas se mueven para hablar
-No-respondo, siendo yo quien nos conecta con un beso
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Historias de Teyvat
RomanceSerie de relatos romanticos cortos. Acompañame a leer sobre las distintas chicas de Teyvat que forman parte de esta linda historia.