Burbujas

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Cuando abro las puertas de madera de la tienda aprovecho para estirarme un poco, la espalda me truena ante esa acción y dejó escapar un gemido.

-Tengo que hacer ejercicio de nuevo-digo para mi al entrar a mi amada tienda.

Después de una hora de cocinar y limpiar el desastre posterior cuelgo el letrero con el menú fuera de esta; el dia de hoy tenemos calavanda con ajo, jugo de valbaya, papas con gancho de lobo, sopa de hongo marino, ensalada de menta, solsettia con manzanas y té de burbujas... El cual no me gusta para nada pero es una especie de obligación hacerlo.

Suspiro mientras hierve el té y vierto la leche. Los clientes no tardan en llegar y aunque muchos toman los platillos ¨extranjeros¨ los más viejos se quedan con lo clásico.

El día transcurre despacio, los niños juegan, algunas mujeres comparten chismes conmigo, la banda Arataki pasa corriendo siendo perseguidos por la comisión Tenryou, me río ante esto último y me preparo para cerrar. Cuando limpió el mostrador veo con desdén el té de burbujas dentro de la hielera, apenas se venden pero debo hacerlos a diario en caso de que él venga.

¿Quién? La persona gracias a la cual aún conservo mi tienda... y mi pellejo, me dan escalofríos solo de pensar en los ojos frío de esa mujer cuervo que casi me mata.

Las estrellas brillan en el cielo y queda muy poca gente en la calle cuando vuelvo de la parte trasera de la tienda cargando un cubo con agua.

-Creí que no había nadie-lo miró fastidiada-Estuve a punto de irme ¿Sabe? Señorita Ginebra-

En su mano sostiene el té de burbujas que obviamente saco de mi hielera

-Son 10 moras-

-¿Acaso no es un regalo de cortesía?-

-Lo es dentro de las horas laborales, ahora estoy cerrando-

-No hará amigos con esa actitud tan cruel-

-Oh, se equivoca joven Kamisato, tengo muchos amigos por aquí incluso ese oni revoltoso y su mayordomo-

-¿Thoma?-

-Un chico adorable en serio, quisiera tener a alguien como él para ayudarme en la tienda-me recargo perezosa sobre mis codos, pensando en lo bueno que sería recibir ayuda y lo malo que sería tener que pagarle a alguien.

-¿Yo no soy adorable?-pregunta imitando mi pose y moviendo las pestañas de forma seductora, cualquier chica de por aquí se habría infartado pero yo lo siento más bien... ¿A quien engaño? Es un papucho, su cara parece tallada por los mismos ángeles.

-Demasiado, me duelen los ojos, por favor ya vete-

Sonríe con descaro y bebe más té mientras lanzó agua a la entrada de la tienda.

-¿Harás algo más tarde?-

-Dormir-esta vez se ríe a carcajadas

-De verdad eres una mujer interesante Ginebra-

-Literalmente dormir es una cosa aburrida-

-Tus respuestas son interesantes-tira el vaso al contenedor de basura y se levanta para limpiar su traje-Es por eso que te ayude en primer lugar cuando lo necesitabas, sabia que seria entretenido tenerte cerca-

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La escucho bufar, es fácil hacerla enojar y eso también es peligroso.

Cuando la conocí fue durante el tiempo en que quitaban las visiones, supe de un disturbio causado después de que intentarán quitarle su visión a un joven de Ritou y una extranjera se metiera en medio golpeando a Kujou con su puño.

Sabiendo eso corrí a la comisión Tenryou para abogar por ella. Le ayudé a salir y a recuperar su tienda en Ritou, desde que la vi quedé fascinado, ya lo estaba cuando escuche de la chica que se barrió en una pelea contra Kujou Sara a puño limpio pero después de verla mi impresión no hizo más que aumentar.

Con el cabello lila cortado sobre los oídos y extremadamente esponjoso parecía una especie de hongo marino, sus ojos dorados daban la impresión de ser dos moras brillosas y los brazos fuertes y tonificados que parecían hacer discordia con el resto de su apariencia en realidad le daban un aire salvaje y atractivo.

Cuando termina de limpiar cierra la puerta con llave y me mira

-¿No debe volver a casa joven Kamisato?-

Si me agachara unos centímetros podría besarla, podría cargarla incluso... O con esos brazos podría ser cargado por ella.

-Si, lo siento-

-¿Volverá mañana?-

-Lo dudo, tengo mucho trabajo-

-Entonces no tendré que hacer ese horrible té-la veo estirarse y escucho sus huesos tronar dolorosamente-Es un alivio-

-Puedo ayudarla a aliviar su espalda-le digo caminando detrás de ella, se gira y me mira como si fuera el bicho más extraño del mundo

-La Hacienda Kamisato queda del otro lado-intenté responderle algo pero me corta-Si de verdad está tan ocupado que no podrá venir a verme mañana entonces debería irse a dormir de una vez-

La escucho con atención y sonrió

-¿Venir a verte?-

-No me refiero a mi, a la tienda, ¿No viene por té? De eso estaba hablando- se ve nerviosa y me muerdo el labio sin que lo note.

-No podré mañana pero te prometo venir más seguido Ginebra, te echo de menos a veces-

No se atreve a mirarme a los ojos pero veo que se sonroja

-Tampoco quiero verte todos los días ¿Sabes? Ayato-

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@Shadow_Party  es la primera ganadora XD




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