Puedo escuchar los cantos de las aves afuera, ya amaneció.
Pongo el collar de enormes perlas recién terminado en su caja y suspiro cuando cierro esta, apenas estiro mi cuerpo cuando tocan a mi puerta.
-¿Quien es?-pregunto aunque sé la respuesta, solo hay alguien que vendría directo a tocar la puerta de mi taller en vez de esperar en la entrada de mi casa.
-Somos nosotros-responde la voz cantarina de Azumi... Así que vino con su esposo.
Empujo la pesada puerta de acero que resguarda todas las joyas que están dentro de mi taller y miró a la pareja que esperaba por mi.
-¿Qué hacen aquí tan temprano?-
-Son las 10 de la mañana-me dice Nobile confundido
-Creí que acababa de amanecer-respondo tallandome los ojos, enseguida hago señas para que entren conmigo-Termine la pieza hace minutos-
-Muchisimas gracias-
-No hay de que, solo espero mi paga-
-Mujer de negocios-
-De algo debo comer-
Azumi toma la caja y pone en su lugar una pesada bolsa de moras y una carta en un sobre morado, la miró con fastidio.
-No-
-Se que sigues enferma y trabajar de este modo no te ayuda-
-Deja de darme trabajo entonces-
-Si lo hago te dejaras morir de hambre tu misma-
-No iré al santuario-tomó la bolsa de moras y la peso entre mis manos-Y has puesto moras de más en esta bolsa-
-Lourdes-Nobile da un paso al frente e instintivamente retrocedo
-Tú también-
-Ambos nos preocupamos-asegura Azumi-Si no quieres ir está bien pero comunícate más con nosotros también, ven a la casa, permitenos visitarte, nunca sabemos si podremos encontrarte o no cuando venimos-
Hay verdadera angustia en su voz y mirada, cubrir las cicatrices en mis muñecas automáticamente por que no se que responderles.
-Lo siento-
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-Azumi querida- acabamos de volver a casa y ella sigue pensativa-La convenciste de venir a cenar dos veces por semana, es mucho más de lo que hacía antes-
-No entiendes Nobile, ella está mal en serio y me siento mal tambien, perdi comunicacion con ella cuando termine mis estudios y después con la muerte de mi padre me aislé por completo, a pesar de que ella apareció en el funeral no la recuerdo y se supone que eramos mejores amigas-
-No te sientas asi, no tienes nada que ver con lo que le pasa a ella, esta bien que te preocupes pero no te culpes-
-Si hubiera estado a su lado cuando... Cuando eso ocurrió quizá no hubiera terminado así, incluso yo pude haber aprovechado su compañía y no la hubiera pasado tan mal cuando mis hermanos se fueron-
La atraigo hacia mí para abrazarla, se sujeta fuerte a mi cuerpo y suspira.
Un día que llevé a Teucer de visita Azumi nos recibió con la noticia de que había encontrado a una vieja amiga suya en la ciudad de Inazuma, se le veía feliz, dijo que la invitó a comer y pronto me contó toda la historia de su amistad. Me alegré por ella e incluso la idea de conocer y cenar con su amiga me gustaba.
Esa misma noche una chica con el cabello blanco y un parche en el ojo izquierdo entró por la puerta, su ropa parecía ser 3 tallas más grandes que ella pero sonrió feliz cuando vio Azumi y se abrazaron muy fuerte. Al pasar la noche reconocí con gusto que su amistad no se había oxidado del todo, congeniaban armoniosamente.
Lourdes se volvió un visitante regular en la casa de Azumi, le hacía compañía cuando yo no estaba y unos meses más tarde cuando Yelan vino de visita también se hicieron amigas.
-¿Pasa algo Yelan?-pregunto Azumi en una ocasión que estábamos solos los 3.
-¿No te has dado cuenta?-
-¿Cuenta de qué?-
-De lo que pasa con Lourdes-me mordí la lengua unos segundos-Vamos ¿Es en serio?-
-Ella se fue de Inazuma poco después de la graduación, nunca supe el motivo, volvió para el funeral de mi padre pero apenas y vi su sombra cuando se fue a Mondstadt- se notaba lo avergonzada que estaba por saber tan poco de su amiga.
-Tiene cicatrices en las muñecas y por el tipo de ropa que usa puede que no sean las únicas, los huesos en su espalda, justo en la parte donde inicia la nuca están algo sobresalidos como si se hubiera dado un tirón...
-Basta-
Ambos miramos a mi novia sorprendidos.
-¿Cielo?-
-Ya se, lo vi, no puedo dejar de verlo cuando ella está aquí, pero no se que preguntar, es obvio que ella no desea hablar con nadie ¿Que se supone que haga?-
-Lo mejor seria hablar con ella, el daño puede ser bastante profundo y estar casi enterrado pero sigue ahi, ¿No quieres brindarle tu apoyo?-
Azumi asiente mientras yo acaricio su espalda serio. También note las marcas feas sobre sus muñecas, el hueso del cuello sobresale...Pero tampoco hice ni dije nada.
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Tengo la cabeza apoyada en los postes de la entrada de mi casa.
Hace aire pero no siento el frío, miro el mar que rodea la playa Nazuchi mientras siento que mi cuerpo es más ligero.
-¿Debería?-
En momentos así no puedo sentir la suciedad de mi cuerpo, olvido las heridas que me marcan por dentro y por fuera, olvido las manchas que dejaron aquellas manos sobre mi piel. Me siento mejor pero ese sentimiento no dura mucho.
-Quiero entrar al agua-murmuró, sería maravilloso si el mar pudiera lavar todo lo que hay en mi, quiero flotar a la deriva por mucho tiempo y mientras mi mente piensa eso mis pies se acercan al agua cada vez más.
Al principio el frío me sobresalta pero lo dejo pasar rápido cuando la falda de mi bata se moja y se vuelve pesada. ¿Qué importa?
No me importa nada ahora mismo, cierro los ojos al mismo tiempo que las puntas de mis dedos rozan la espuma del mar, se siente bien, está fría.
-Lo siento Azumi, no iré a cenar mañana-dedicando ese último pensamiento a mi última amiga sumerjo mi cabeza en el agua y dando brazadas me alejo de la orilla, acercándome cada vez más al mar de estrellas que me espera a lo lejos.
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Ubicacion de la Playa Nazuchi:
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Historias de Teyvat
RomanceSerie de relatos romanticos cortos. Acompañame a leer sobre las distintas chicas de Teyvat que forman parte de esta linda historia.