La brisa fresca inunda mi nariz, y aunque las noches en Mondstad son frescas no llevo mas que una camisa de lino y un pantalón grueso.
Adelinde me sigue de cerca junto con dos sirvientas más, llegamos a la orilla del lago y estas automáticamente tienden lo que parece un pequeño picnic bajo los arboles.
-Puede nadar si desea, estaremos aquí cerca-
No llevan ropa de criadas, van vestidas muy similar a mi y me siento más cómoda de esa forma.
Con cuidado entro al agua después de sacarme los zapatos y calcetas, esta frio pero me gusta. Nado unos metros y me sumerjo.
Repito esa acción varias veces y finalmente salgo del agua. Tampoco es que quiera pasar la noche entera en el agua.
Me siento en la tierra húmeda de la orilla, Adelinde se acerca y se sienta a mi lado, ambas miramos la montaña que esta adelante.
-Quiero regresar-menciono
-Esta bien, pero recuerde que solo saldrá hasta dentro de 4 días más, le recomiendo que disfrute de su estancia en el exterior-
Atenta a lo que me dice acaracio la pulsera dorada de la que cuelga mi visión ¿Deberia practicar? Decido que no, quien sabe donde aparezca esta vez. Le sonrio a Adelinde y ella me repsonde el gesto... Parece que nadie más se ha enterado de lo que prescencio Elzer.
-¿Y si entras al agua con...migo....
Ya no estoy en el lago, estoy en mitad del bosque, dentro de una choza y Adelinde no esta a mi lado, en cambio una enorme mujer de cabello oscuro me mira atenta acostada delante de mi.
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Historias de Teyvat
RomanceSerie de relatos romanticos cortos. Acompañame a leer sobre las distintas chicas de Teyvat que forman parte de esta linda historia.