Historias de Teyvat

Recuerdos

-Wow-

-¿Te gusta?-Yelan hace una mueca al ver la manzana de cristal a la que le he puesto los ojos encima-Que color tan horrible-

-No es verdad, es muy bonita, voy a comprarla-

Estamos en la tienda de recuerdos, yo le digo así pero la encargada dice que el nombre correcto es Joyas Mingxing.

-¿Qué tiene de lindo el rosado? Es un color infantil-

-¿Lo estás pagando tú?-

-Pues no pero...

Pongo uno de mis dedos en sus labios

-Entonces déjame gastar mi dinero a gusto-

Se ríe y por fin me deja en paz, hace mucho que no compraba nada para mi además de comida así que me siento bastante bien.

-Esto es lindo pero no pareces el tipo de chica ostentosa-dice mi amiga señalando un collar con una enorme piedra rosa, esta vez soy yo quien hace una mueca-Eso pensé-

-No es eso, soy dueña de una joyeria, tengo collares como este de sobra-

-Bueno buscaré otra cosa-

-Vayamos a comer mejor-

-Dejame adivinar ¿Algún postre?-

-También como comida salada-me quejo mientras nos acercamos al pabellón Liuli.

-Es que a veces eres como una princesa, una como la de los cuentos que escuchan las niñas pequeñas-

-Tú también tienes mucho dinero-

-No lo digo por eso tonta-

Entramos al pabellón y nos dan una mesa, es grande aunque solo somos dos personas pero Yelan tiene cierto estatus y es por eso que recibimos este trato especial, nos dan los menús y yo dejo que ella pida por mi.

-Algo no muy pesado, quiero espacio para el postre-

-Glotona-

Después de comer nos entregan la carta de postres la cual inspeccionó emocionada.

-Mira que lindura-

-Solo es pan con crema batida-toma su carta y le echa un vistazo-Una cantidad exagerada de crema batida por cierto-

-Pediré este y... ¿Este es el pastel entero o es tamaño miniatura?-le pregunto al mesero

-Puede pedirlo para una sola persona señorita-

-Perfecto, seria el pan, un pastel miniatura y una limonada rosa-

Yelan pide una malteada de chocolate solamente y seguimos hablando.

-¿Qué haces en casa? No creo que recolectar perlas sea lo único en tu agenda-

-Pues a veces camino por la isla, no hablo con mucha gente, casi todos se han ido y los pocos que quedan son soldados y ancianos-

-¿Amigas?-

-Algunas chicas del santuario pero siempre estan ocupadas-

-Ya veo-

-Salgo a comer a la ciudad de vez en cuando, hay una leche de Dango que se ha vuelto muy popular últimamente pero no me gusta mucho su sabor-

Mientras hablo Yelan desvía su vista a la entrada, puedo oír que hay gente entrando pero no hago caso

-¿Yelan?-

-No es nada-responde mientras estira los brazos-Oh, gracias-

El mesero llega con los postres y los deja en la mesa

-¿No quieres un poco? La crema no es tan dulce-

-Na pero ese pastel de cereza me esta pidiendo que lo muerda-

-Toma-

En la mesa detrás de ella se sientan dos hombres, el que está de espaldas parece ser de por aquí pero el que se sienta frente a él es distinto. Lo miro unos segundos pensando que es bastante guapo.

-Hey-

-Ah, disculpa-

-¿Que miras?-

-No voltees-

Yelan no me dice nada y seguimos comiendo pero antes de irnos vuelvo a verlo y esta vez él me mira también, son solo unos segundos antes de que yo desaparezca tras la puerta.

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-Se llama Nobile-

-Ah ¿que?-

-El chico que viste-

Azumi se pone nerviosa, es muy tierna pero me preocupa la causa

-No se de que hablas-

Seguimos caminando por el puerto con las manos cargadas de bolsas.

-No pasa nada, no es tan malo, me ha ayudado sin querer en algunas ocasiones-

No me responde y sigue seria así que la dejó ser, le permito quedarse a dormir conmigo y mientras ella duerme en mi cama yo tiendo debajo en el suelo.

-Oye-

-No interrumpas mi sueño por favor-

-Sera rapido-

-Okay-

-Ese chico, Nobile, no es de Liyue ¿cierto?-

-Cierto-

-¿De dónde es?-

-Te lo diré si te quedas un día más-

-No seas mala-

-O puedes preguntarselo a él-la escuchó refunfuñar y su rostro se asoma por encima del colchón

-Lo pensaré-

-Escucharé tu respuesta mañana entonces-