-¿Y si te dijera que los onis escogemos una sola pareja y nos morimos sin ella?-
-Sabría que es mentira-
Itto y yo estamos acurrucados en mi colchón... el cual ahora está en el suelo. Mi investigación terminó hace unos días pero pospuse mi partida.
-No te vayas-me pide
Lo golpeé con mi nuevo anillo justo en la frente.
-Parece que piensas que me tome tu propuesta a juego-reclamo-No puedo dejar mi trabajo pero pediré un cambio-
Itto parece no haber sentido el golpe y solo me abraza más fuerte, su piel huele fuerte a madera, me gusta ese aroma tan ¨rústico¨ como dirían mis compañeros de Fontaine.
Quiero seguir abrazada a él y descansar pero después de unos minutos ya está dentro de mí otra vez.
-Suzette-susurra mientras me embiste, nuevamente estoy gritando sin poder contenerme, mi cuerpo se siente electrificado mientras sus labios recorren cada centímetro de mi ser.
-¡Itto!-
Me obliga a darle la espalda y me levanta en el aire sujetando mis piernas, llega tan hondo que durante un segundo de lucidez temo por mi cuerpo. Muerde mi nuca y sigue empujándome hasta que puedo sentir su espeso esperma desbordarse.
-Tan bueno-digo cuando su pene sale de mi cuerpo y el semen sale de mi manchando el suelo, es una sensación de inmoralidad insuperable.
Itto me deja en el suelo y acerca su pene para que lo limpie, sabe tan bien que casi parezco hambrienta por él.
-Puedes darme más-le pide mientras uso mis senos para excitarlo-Puedo con todo-
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