Historias de Teyvat

Oni

-¿Me escuchas Suzette?-

Los grandes dedos de Itto chasquean frente a mi rostro y me hacen mirarlo a los ojos

-Yo...

-¿Te enfermaste?-

-No, me distraje con tus cuernos-

El oni sonríe halagado

-Son geniales ¿Verdad?-

-La verdad si-

-¿Hablaras de ellos en tu investigación?-

-No es una investigación, es una entrevista para mi columna en el The Steambird-

-Lo que sea, recuerda escribir que son grandes y rojos, muy brillantes, los más brillantes que existen-

Le sonrió apenada, sus cuernos me tienen distraída ¿Como es posible que sean naturales? Una extensión natural de su cuerpo, impresionante.

Itto sigue hablando, es realmente un buen guía aunque suele distraerse mucho o hacer mucho ruido, me doy cuenta de que fue lo mejor enviarme a mi a Inazuma y no a ninguno de mis estirados compañeros, no habría soportado ni un minuto pisando la tierra.

-¿De qué sirve toda la tecnología de Fontaine si nos volvemos unos inútiles sin ella?-

Camino despacio fotografiando plantas y animales con mi daguerrotipo... Y también fotografió al oni cuando este no me ve.

Lo veo tratar de atrapar un escaradiablo, es alto, muy alto y bastante apuesto, totalmente mi tipo, puro musculo nada de cerebro.

-Itto ¿Puedo pedirte un favor?-

-Claro-

-¿Podrías cargarme algunos metros? Estoy algo cansada-

No lo piensa mucho y me levanta, me da remordimiento mentirle para complacerme pero... No se me ocurre otra forma de acercarme a él sin que sea muy extraño. 

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La cercanía de Suzette me pone algo nervioso. Siento que es demasiado frágil para estar dando vueltas por estas montañas ¿En que piensan esos cabezas huecas de Fontaine al enviar a una chica tan delicada?

La levanto cuando me pide que la cargue y aunque solo lo pidió por unos metros estoy decidido a recorrer Inazuma con ella en brazos de ser necesario.

-No creo tener aún suficiente información sobre los onis para escribir mi columna ¿Puedes hablarme más de ti? De tu gente, sus costumbres-

Tiene un acento curioso, se marca aún más cuando intenta hablar con la letra ¨r¨ pero me gusta.

Le empiezo a contar la historia de los frijoles, sobre el oni azul y el oni rojo y agrego algunos detalles extra que aunque a mi me parecen insignificantes ella anota todo con pulcritud y me escucha muy atenta.

-Ustedes son asombrosos-menciona mientras repasa sus notas

-Gracias-respondo y aunque quiero decir algo más no puedo.

-Ammm ¿Cómo consiguen pareja? ¿Hay un ritual? ¿Solo se casan entre onis?-mientras pregunta uno de sus pies se mueve graciosamente.

-Pues se consigue como los humanos, nos conocemos, hablamos, salimos, nos reproducimos, nos despedimos, no creo que haya algo como un ritual y los matrimonios no son algo habitual incluso entre la misma especie-

Escribe con rapidez en su cuaderno pero se sonroja

-¿Entonces tienen encuentros casuales con intenciones reproductivas?-

-Pues a veces, también se pueden tener sin intenciones reproductivas, simplemente para calmar el celo, cuando se quieren hijos es cuando se escoge una pareja permanente-

-Ohh, ya veo, ya veo-dice muy interesada-¿Cuánto dura su celo? ¿Tiene temporadas?-

-Pareces muy interesada en eso-

Shinobu se acerca a nosotros con algunos papeles en las manos

-Es parte de la entrevista, entre más información pueda abarcar sobre su especie más completa estará mi columna-

-Lo sé, lo sé-responde mientras Suzette se baja de mis brazos-Te traje estos escritos de la abuela oni, algunos hábitos alimenticios y cosillas asi-

Ambas se quedan hablando juntas.

Creo que la amiga de Liyue de Shinobu fue quien las presentó, y a mi compañera le pareció que una columna sobre los onis sería buena idea. Y no me molesta, para nada, estaba muy emocionado hasta que vi a Suzette bajarse del barco... Sentí algo extraño y llegué a pensar que era porque nos llevariamos mal aunque al final no fue así.