-Albedo-
Ruma canturrea mi nombre mientras acaricia mi cabello despacio, me está durmiendo lentamente.
-Albedo-
Puedo sentir sus dedos enredarse y peinar a su paso, la abrazó más fuerte y hundo mi rostro en sus piernas.
-Duerme-susurra-Duerme Albedo-
No quiero, quiero que me mimes más
Mis pensamientos se funden con la oscuridad mientras a lo lejos su dulce voz sigue cantando letras de canciones que jamás había escuchado.
-Quizá esta vez pueda quedarme más tiempo-es lo último que dice.
//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Cuando se queda dormido puedo quitarmelo de encima. Es bastante liviano; con cuidado lo dejo en su cama y lo arropo hasta la barbilla.
-Eres tan lindo-digo aunque sé que no puede oirme-Te quiero tanto-
Salgo de la cabaña y tomo mis cosas para salir de cacería, desde que conocí a Albedo en Mondstadt me he acostumbrado a una vida sedentaria muy distinta a la que tenía en Natlan.
Me adentro al bosque que está a la orilla de Liyue y sigo el rastro de algunos jabalíes; por las malas había aprendido a no ir por el Rey de la Montaña yo sola así que me dedicaba exclusivamente a los cerdos normales.
Al anochecer vuelvo a la cabaña, él ya no está... otra vez.
Nunca podemos encontrarnos, él sale yo entro, yo salgo él entra y así continuamente. Solo vivimos juntos por que a mi no me gusta la soledad y por que a él no le molesta compartir la cabaña ya que le ayudó a seguir con sus investigaciones.
No estamos en una relación pero a veces por las noches lo encuentro teniendo pesadillas que no lo dejan descansar y le canto para arrullarlo.
Incluso si no me lo pide se que lo agradece, como ahora, que sobre la mesa encontré una tarta de manzana con un listón morado. Está fría pero sabe deliciosa.
-Ojala pudiera verte más-
Debo admitir que me siento atraída por el chico, desde que lo vi me gustó y conforme pase más tiempo con él me enganchaba a su personalidad cada vez más. Pero no quiero sofocarlo ni decirle lo que siento, es una persona que está muy enfocada en su trabajo y ser rechazada me dolería mucho.
Terminó la tarta y me doy un baño, cuando salgo noto que la ausencia de Albedo se está prolongando demasiado pero no lo pienso mucho. Me acuesto y espero que el sueño me invada, lo cual no tarda demasiado.
////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Cuando abro la puerta me recibe un silencio sepulcral pero es diferente, ahora sé que no estoy solo en este lugar.
Camino a la cocina y veo un plato tapado, lo descubro y la vista de un enorme pedazo de carne y algunas verduras me sorprende. No necesito comer pero cada que Ruma prepara algo para mi me siento muy feliz.
-Eres tan linda-digo feliz antes de devorar la comida.
Después de cenar me quedo despierto a la luz de una lámpara trabajando más en las fórmulas de alquimia que tenía preparadas y debía perfeccionar.
Si no hago ruido puedo oír la punta del lápiz contra el papel y más lejos la respiración pausada de Ruma ¿Que tan cansada está? No me lo puedo imaginar pero su sueño siempre es pesado, aun así parece que mis malos hábitos de sueño la levantan de vez en cuando.
Albedo, Albedo, duerme.
Me sonrojo al recordar su voz y sus caricias.
Ruma es preciosa en muchos sentidos, física y emocionalmente pero no me atrevo a decírselo, puede que sea un atrevimiento que ella no reciba bien.
///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
A mitad de la noche el calor en mi cuerpo aumenta despertándome pero al abrir los ojos descubro que algo o más bien alguien me impide moverme.
-¿Albedo?-puedo sentir el aroma a vainilla que siempre sale de él-¿Qué estás...
Sus dedos bajaron por mi vientre y se centran más allá, trato de empujarlo pero me es imposible aunque siempre pensé que era más fuerte que él y resulta que no es así.
Puedo sentir su aliento tibio en mi cuello y cuando siento sus labios presionar mi piel me erizó como si fuera un gato.
-Que linda-susurra acariciando bajo mi ropa-Quiero comerte-
-No..ugh-sus dedos se introducen lentamente en mi interior-Aggh-
-Tranquila, no quiero lastimarte-su voz seductora me hace temblar
-Albedo-mi voz suena lejana y cuando trato de hablar más alto él me besó en los labios.
ESTÁS LEYENDO
Historias de Teyvat
RomanceSerie de relatos romanticos cortos. Acompañame a leer sobre las distintas chicas de Teyvat que forman parte de esta linda historia.