::Treinta y nueve::

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En su forma de pantera, JungKook se encontraba recostado en la entrada de la cueva observando el exterior en esa oscuridad, ya habían llegado al abismo y era peligroso seguir avanzando de noche, ese lugar está plagado de seres mágicos que con gusto se comerían hasta los huesos de un humano si lo atraparan.

Escuchando un suave quejido. Volteo viendo a TaeHyung moverse sobre la manta en la que dormía, levantándose, se acercó volviendo a su forma humana, recostándose al lado del omega que se quejaba entre sueño, lo abrazo atrayéndolo a su cuerpo, una luz desprendió de la mano del pelinegro, tocando con esta la cabeza del omega. Relajando su expresión, TaeHyung se acurrucó más contra el pecho del minino mientras su pesadilla desaparecía.

—JungKook… —Murmuro en una voz apenas audible.

—Estoy aquí. Tranquilo —Dijo a pesar de que sabía que el omega estaba dormido. Dándole un beso en la frente, y acomodarlo mejor contra su pecho.

“¿Cómo ese chico indefenso podrá defenderme?” Pensó SeokJin viendo a TaeHyung aferrándose a la camisa del pelinegro que le susurraba algunas cosas “Esto es un mal chiste, hasta necesita ayuda para dormir. Necesito llegar al reino sano y salvo. Hará que me maten antes de ser rey"

Escuchando el gruñido de algún extraño animal se estremeció, acercándose más se pegó a ellos.

—Aléjate —Le advirtió JungKook.

—Pero tengo miedo.

–Ese no es mi problema —Se quejó acariciando el cabello de TaeHyung, la luz paró cuando el sueño terminó y el omega estuvo tranquilo. Era un hechizo que TaeHyung hizo para detener sus pesadillas.

—Es su trabajo protegerme, el cuidarme cuando tengo miedo viene incluido —Dijo y JungKook se liberará del agarre de TaeHyung, con cuidado se levantó alejándose de él.

—Si llegas a intentar algo raro en TaeHyung. O siquiera tocarlo mientras duerme. Te mato —Le advirtió y las velas en la cueva se apagarán. Tragando, SeokJin le mantuvo la mirada a esos ojos rojos que brillaban en la oscuridad. No sabía que le daba más miedo, si los monstruos o ese chico gato.

Alejándose, JungKook camino hacia afuera de la cueva, yendo hacia el dueño de aquellos gruñidos, del ser que acechaba la cueva, estremeciéndose, el príncipe escucho el quejido de dolor y pronto un sonido ahogado. JungKook no tardó mucho en volver a entrar en su forma de pantera y acostarse en la entrada. Vigilando como si nada pasó.

Están locos” Murmuro el chico asustado. Arropándose más en la sabana, el alfa se acurrucó cerca de TaeHyung, pero siempre manteniendo la distancia.

(…)
Viendo el horizonte, JungKook notaba el amanecer, ya era un buen momento para salir, no había dormido en toda la noche por cuidar los alrededores de la cueva. Bostezando entro a la cueva y detenerse en seco al ver aquella escena.

TaeHyung estaba abrazando a SeokJin, incluso le había tirado la pierna encima, durante varios segundos JungKook permaneció inmóvil viéndolos fijamente, volviendo a su forma humana, dio media vuelta y salir de la cueva, antes tenía que calmarse. No debía enojarse no debía enojarse. Con calma, no quería que su pecado de la ira se descontrolara, debía despejarse mente antes de acercarse.

Sintiendo un golpe de agua fría, ambos chicos se levantaron de golpe —¿Qué paso? —Pregunta TaeHyung asustado levantándose sorprendido. Deteniéndose al ver a JungKook quien le veía enojado —¿Qué pasó…?

—Es hora de irnos —Se quejó el demonio, escuchando las quejas de SeokJin, pero cuando JungKook le vio con enojo este se calló. Comenzando a andar, el pelinegro salió de la cueva.

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora