::Cuarenta y nueve::

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Con algunas lágrimas escapándosele, TaeHyung se reincorporó y ayudar a JungKook a sentarse. El pelinegro estaba muy callado y dócil. Cabizbajo sin mirar a TaeHyung.

Tomando la camisa blanca que sacó del armario para cambiarse, TaeHyung se arrodilló al lado de JungKook con el tintineo de las cadenas rompiendo el pesado silencio en la habitación. Tomándole del mentón le levanto la cabeza para limpiarlo. Notando que los ojos de JungKook no eran rojos, sino de un color marrón tan oscuro que parecía negro. Sin esa mirada felina.

Le sorprendió un poco, pero solo siguió limpiando a JungKook, el pelinegro evitó mirarle. Pero en cuanto noto el cabello de TaeHyung lo hizo finalmente. Los ojos del omega habían vuelto a la normalidad y su cabello tenía algunos mechones grises.

—La corrupción… Se ha borrado un poco… —Murmuro con una voz suave y baja haciendo que TaeHyung le viera a los ojos.

—Quizás fue por la reacción de las cadenas… —Dijo después de un momento de silencio al pensarlo.

—¿Qué paso…? Lo único que recuerdo fue… Que te bese y me empujaste, entonces me castigaste… No… ¿No te gusto? —Pregunta inseguro y TaeHyung le viera con preocupación —¿Tanto te desagradó…?

Se ve tan cohibido y preocupado que le perturba, JungKook no es así. Nunca en su vida lo había visto nervioso con sus emociones tan expuestas. Podía ver perfectamente cómo se sentía con solo ver su expresión y lo tenso que esta su cuerpo.

Que TaeHyung lo alejara de esa manera tan brusca le puso muy angustiado. Más que enojo tenía miedo.

—No es que no me gustara el beso, me gustan. Me gustan mucho, incluso me quedé quieto esperando. Pero me sorprendió cuando SeokJin entró a la habitación, reaccioné sin pensar así que solo te alejé por el susto —Le acuno las mejillas.

—¿Y el castigo porque fue?

—Creo que con el golpe perdiste la conciencia un momento y tu pecado de la ira quedó desatado sin que tú lo reprimieras, así que… Puede que las cadenas reaccionaron por si solas para detenerte. Yo no lo hice. No te haría daño, mucho menos usar esta cosa tan cruel contigo —Dijo con los ojos llorosos y JungKook apoyará más su cabeza en la mano de TaeHyung, tomándolo con sus propias manos manchando lo de sangre.

—Escuchar eso me hace feliz —Cerro sus ojos sonriendo levemente, TaeHyung aún podía sentir el temblor en las manos de JungKook que lo sujetaban. El pecho del minino dolía por su ya dañado corazón que trataba de regenerarse.

Parecía que lo que hacia más su pecado del orgullo, era ocultar ese profundo miedo a ser abandonado, esconder muy en el fondo sus inseguridades y miedos. El querer a alguien y que dejen de quererlo. Como un escudo de indiferencia y arrogancia.

—Pero… —JungKook le miro al abrir los ojos —Al reprimir mis pecados ¿Se puede hacer que los efectos de la marca desaparezcan?

—No lo sé…

—Tus ojos volvieron a ser normales y… Tu cabello tiene mechones grises —Dijo y TaeHyung frunciera el ceño, volteando se vio en el espejo.

—Parece que si… Pero tu cuerpo recibió mucho daño, te sangraron hasta los ojos y se volvieron de color marrón.

—Mientras más se use en mi cuerpo revertirá más mis características de demonio… Pero vuelven en unas horas. Una vez hasta me desapareció la cola, pero volvió en dos horas después.

—Oh, entonces volverán a ser rojos —Sonrió —Me alegra que tu cuerpo se recupere rápido.

Pero tan pronto dijo eso su sonrisa se  borró por una de preocupación ¿cuántas veces tuvieron que usarlo para que le desapareciera hasta la cola?

—Si… —Soltó la mano de TaeHyung guardando silencio vio sus manos manchadas de sangre al igual que su ropa. TaeHyung aún seguía en ropa interior —Vuelve a castigarme…

—¿Qué? —Dijo sin comprender el porqué de lo que dijo.

—Castígame…

—¡¿Estás loco?! —Se quejó TaeHyung viéndole con desconcierto —Hace un momento estabas sintiendo tanto dolor que me rogaste me detuviera ¡Solo mira el piso! Parece que acaban de matar a alguien por toda la sangre que perdiste.

—Puedo regenerarme si descanso… Pero tú no puedes hacer nada si rompes tu alma.

—No, JungKook. Me niego —Se quejó el omega negando —No pienso hacerte daño… —Se interrumpió cuando JungKook lo abofeteó, ni siquiera fue tan fuerte, pero si dejo un picor en su piel.

Casi al instante JungKook volvió a ser castigado por las cadenas durante los entrenamientos JungKook podía darle golpes solo si TaeHyung lo permitía antes o si era un gato. Pero eso salió de la nada

—¡Tonto! ¡¿Por qué no me haces caso?! —Le regaño viendo a JungKook quejarse del dolor mientras cubría su boca escupiendo sangre, mientras aquella magia afectaba su cuerpo, especialmente en él are de los grilletes estaban comenzando a salir lesiones, en su cuello, muñecas y tobillos.








(…)
—Sí que te dejo en mal estado —Dijo la mujer viendo a la bruja con el rostro desfigurado y ese orificio en su pecho, con el corazón dañado.

—Lo lamento mi señora… Pero no pude hacer que se corrompiera por completo —Dijo esta con dificultad para hablar. Si TaeHyung se convertía en un demonio y su alma se rompía, podría controlarlo también —Su cuerpo quedo en un término medio, ya que JungKook lo detuvo, pero la marca se está apoderando de él. No importa que hagas, mientras más pase el tiempo más se expandiera en su cuerpo.

—Mientras no pueda usar magia creo que está bien… Y si lo hace romperá su alma. Cualquiera de las dos opciones son buenas —Dijo tomando su mentón, se sentía mejor ahora que ya comió, pero su poder es demasiado débil. No podría hacerle frente a  JungKook si se lo encuentra.

—¿Me ayudará a curarme? Mi señora —Pregunta la bruja y esta le viera con frialdad, una mirada aterradora. Aunque no tuviera el nivel de JungKook seguía siendo más fuerte que ellos.

—¿Qué es esa pregunta estúpida? Aún te necesito con vida —Sonrió acercándose —Pero solo tu cabeza me sirve.

Asustándose, NamJoon se alejó de la puerta de la celda al escuchar los horribles gritos, temblando y con los ojos llorosos cubrió sus oídos. Estaba tan asustado.

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora