::Gatito mimado:♱:KookV::

::Cuarenta y Uno::

—¿Por qué no hay nadie aquí? —Se quejó SeokJin andando por el jardín del castillo, aunque el omega estuviera inconsciente, JungKook continuo con el trabajo de este, llevando a SeokJin hasta el castillo a salvo. Pero aquel aroma a mortandad lo hizo detenerse.

Abriendo la puerta del castillo, el joven príncipe se asustó gritando, retrocediendo unos pasos se cayó de los tres escalones. El lugar estaba lleno de cadáveres. Amontonados entre sí. Todo el reino estaba ahí dentro. Solo los cuerpos sin vida llenando todo el castillo.

Dejando a TaeHyung apoyado contra un árbol, JungKook se acercó y verlos a todos, ninguno tenía heridas en su cuerpo —Les quitaron sus almas —Dijo viendo uno de los cuerpos, sus ojos se habían ido hacia atrás, y tenían la boca abierta. Todos ya llenos de gusanos e hinchados.

—Mi padre tiene que estar ahí dentro —Dijo SeokJin asustado, trato de acercarse otra vez, pero viendo aquellos rostros se sintió asustado, se le revolvió el estómago, terminando vomitando en un arbusto, hasta que no abrió esa puerta, el aroma a mortandad no se había sentido para él.

JungKook frunció el ceño viéndolos, los demonios no podían hacer eso, quitarle el alma a alguien, solo al matarlos, razón por la que antes comían a los licántropos que no usaban magia, ya que sus almas tenían un sabor exquisito por el alto nivel espiritual. Razón por la que se dedican a los exorcismos y eliminar espectros. Algunos pudiendo ir al plano espiritual o hacer predicciones o tener visiones.

Y la bruja que los atacó, parecía que su único objetivo era TaeHyung, ya que a SeokJin. Ni siquiera le miraron los monstruos que esta tenía, siendo un blanco tan fácil y desprotegido.

Había algo raro ahí, dando media vuelta, JungKook fue por TaeHyung y cargarlo otra vez se marchó —Oye ¿A dónde vas? —Pregunta SeokJin viéndole marcharse, aún sintiendo aquellas náuseas y con los ojos llorosos.

—Me voy de aquí, ya termino este trabajo de mierda —Se quejó.

—Pero, mi padre y mis hermanos —Se quejó aún negándose la realidad, no quería creerlo —Ellos, ellos estaban aquí —Dijo y JungKook se detuviera volteando a verle.

—Ellos están muertos, no hay nadie vivo aquí —Dijo y aquel presuntuoso chico se rompiera en llanto cayendo al suelo, casi toda su familia había muerto.

Dando media vuelta. JungKook se marchó, ese mocoso ya no es su problema.

“No voltees" Se dijo a sí mismo escuchando el llanto, haciendo una mueca con sus labios se detuvo —Mierda —Dijo en un tono de queja volviendo en sus pasos.

Durmiendo a SeokJin con magia, sujetándolo de la cintura con uno de sus brazos, siguió caminando, tal vez era un poco tosco comparado a la delicadeza que usaba sujetando a TaeHyung, pero al menos regresó. Ya no le estaban pagando por eso.

—Maldita sea JungKook, se supone que ya habías dejado de ser tan blando —Se quejó el demonio.

(…)
—Dos habitaciones —Dijo JungKook dejando el oro sobre el mostrador y el empleado le viera sorprendido, eso era demasiado, dándole poca importancia al hecho de que es un hombre con orejas y cola de gato, cargando a un chico ensangrentado, sonriendo lo guio hacia la mejor habitación, SeokJin por otra parte iba muy callado andando tras de él. Apenas emitía ruido alguno.

—Esta es la mejor del lugar, espero sea de su agrado.

—Lo que sea —Entro cerrando la puerta dejando a esos dos afuera. Borrando su sonrisa el hombre vio a SeokJin, retomando la de nuevo.

—Por aquí —Dijo guiándolo también.

Recostando a TaeHyung sobre la cama. JungKook suspiro desabrochando el chaleco junto con la camisa, destapando le el pecho, levantando un poco le quitó las prendas, dejándole el torso desnudo.

Levantado el brazo del omega, lo observo, las marcas había dejado heridas en su piel, pasando a las de su pecho evaluó los daños. Quitándole los zapatos lo lanzo a un lado y le quitó también el pantalón dejándole en ropa interior.

Abriendo el bolso de TaeHyung. Que traía colgado en el hombro. Saco un frasco, de donde saco el líquido con el que envolvió su mano. Pasándola por las heridas de las marcas, hizo que de esta saliera un líquido negro manchando el agua, pero las heridas se iban curando, dejando solo una marca roja que desaparecería pronto.

Sacando un plato también del bolso dejo el líquido ahí, el omega tenía de todo en su bolso, sacando un poco más del líquido siguió limpiando la corrupción en el cuerpo del omega.

Una vez termino, tomo una toalla del baño y mojarla, volviendo con el omega le limpio la sangre y cambiarlo con ropa limpia.

Sacando un poco de agua bendita, JungKook vio el recipiente en el plato antes de dejarle caer aquel líquido provocando que de este saliera un poco de humo blanco mientras lo negro se volvía rojo, siendo la sangre de TaeHyung que comenzaba a cambiar.

Suspirando, JungKook vio a TaeHyung, los efectos se habían quitado, pero su cabello seguía negro, no volvía a su gris natural, acercándose, se agachó al lado del omega y tocarle el cabello, este se volvió un poco ondulado y más largo, cubriéndole los ojos.

Alejándose el cabello de la cara, JungKook lo hizo hacia atrás, seguía sin comprender nada de lo que pasó, ni porque TaeHyung se enojó tanto ¿Tanto odio sintió? Además ¿Quién era esa mujer? Ni siquiera pudo ver quien era, ya que, prácticamente le arrancó toda la cara.

Recostándose en la cama. JungKook observo a TaeHyung durmiendo por aquel hechizo, para tratar de controlar su magia. Acercándolo más a él, el minino lo abrazo con recelo. No iba a mentir, pero verlo en aquel estado tan alocado lo preocupó. Lo que menos quería es su corrupción.

—No me asustes así, tonto —Le regaño, aferrándose a él.