::Cuarenta y Dos::

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—¡Señor! —Escucho un grito femenino y el demonio soltará al peligris que cayó en las escaleras que se supone estaba limpiando —¡¿Por qué hizo esto otra vez?! —Cuestiona con los ojos llorosos.

—Él me provoca, es su culpa, su rostro me excita —Dijo tomándolo del cabello y hacer que alzara la cabeza para ver a la bruja, por lo general, a los humanos que poseen mucho poder mágico, los dejaban casarse con un demonio y vivir entre ellos, dejando el estatus de esclavo y viviendo como parte del reino infernal. Bajo las órdenes de la Reina.

Con ira. La mujer vio al omega con sangre en la boca, de la mordida en su brazo y su nariz sangrando. Por haber intentado resistirse al principio, sus heridas de ayer en la noche aún no habían sanado ahí abajo.

—Ya me tienes harto maldito mocoso —Se quejó esta acercándose, llena de celos y enojos, sacando una botella de su bolso. Molesta se lo lanzó en la cara y parte de su cuerpo.

Aunque al principio no sintió nada, su piel comenzó a quemarse provocándole un agudo dolor que lo hizo gritar. Mientras un leve humo salía de él. Huele a piel quemada.

—Veamos si su cara te sigue excitando ahora —Bramo la mujer mientras el peligris se retorcía del dolor. Cayendo de las escaleras rodó alguno escalones hacia abajo —Soy tu esposa, la mujer más hermosa de toda esta prole de humanos, deja de buscar más basura como esta —Dijo hecha una furia, parándose sobre la cabeza del omega y las quemaduras profundas.

En su desesperación, el peligris le empujó lanzándole por las escaleras y huir de ahí, sin saber a dónde, se sentía desorientado por el horrible y punzante dolor, pero sabía que lo iban a castigar por su desobediencia.

Viendo al sangrante chico, los demonios lo ignoraron pensando que era alguien jugando a la caza, a veces era aburrido solo comer, tomando eso como una ventaja, anduvo lo más lejos que pudo hasta que vinieron por él.

Huyendo por el bosque, corto la planta de sus pies por ir descalzo y desnudo, ganándose unos rasguños entre los arbustos, pero su cuerpo ya no podía más. Gritando de dolor, sintió uno de los demonios morderle el brazo, rompiendo el hueso, causándole un grito al omega.

Un fuerte sonido hizo que el demonio le soltara, pero el peligris ni siquiera presto atención tirado en el suelo, llorando. Ya no tenía fuerzas para seguir huyendo.

Sintiendo a alguien tomarle en brazos, él ni siquiera se resistió siendo elevado en el aire, viendo el rostro de aquel ser, noto ese hermoso rostro y cabellera negra, su sucio cuerpo estaba manchando las ropas blancas que este usaba.

Un Ángel” Pensó viéndolo, un Ángel con unas hermosas y enormes alas blancas

¿Este es el momento de su muerte? Si es así, bendita sea, se alegra de ello.

—¿Estas despierto? —Pregunta y el chico hiciera un pequeño quejido, dolía mover la boca —¿Puedes hablar? ¿Puedes decirme tu nombre? —Pregunta hablando con él, tratando de mantenerlo despierto, esa expresión preocupada y genuina, escuchando esa voz tan gentil y dulce le inundó los ojos de lágrimas.

—HanSung... —Murmuro en un hilo de voz, dolía hasta respirar. Pero quería hablarle.

Abriendo los ojos, TaeHyung vio aquel mismo rostro viéndole con preocupación —TaeHyung ¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? —Pregunta con una voz tan gentil y dulce. Con su labio temblando levemente el omega lo observo, llorando aún más —¿Otra pesadilla? Ya, fue solo un sueño, ya pasó —Dijo abrazándolo, sintiéndose impotente ante esa situación.

Aferrándose a JungKook, TaeHyung oculto su cara en el demonio, temblando por el llanto, teniendo un doloroso nudo en la garganta —Te amo —Murmuró y JungKook le acariciará el cabello —Te amo… Te amo.

—Ya sé, ya sé —Le beso la frente y apretarlo más entre sus brazos —Trata de calmarte, respira tranquilo —Susurro.

Tratando de hacerlo, el omega trato de relajarse, pero le costaba un poco, los sentimientos eran frescos en su pecho —Me duele la cara —Murmuró y JungKook se separará para verle.

—¿Qué parte? —Le tomo del mentón.

—Todo, me duele todo, y hay un hormigueo en la piel —Murmuró y JungKook le observaba mejor el rostro.

En cambio TaeHyung lo observaba a él, alzando las manos, TaeHyung le acuno el rostro —A parte del color de tus ojos y el cabello largo, nos has cambiado nada, sigues siendo muy dulce —Murmuró.

—Estas delirando, no se de que hablas —Negó y TaeHyung sonriera, pero dejo de hacerlo por el dolor, los músculos de su cara estaban muy tensos.

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora