::Setenta y siete::

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Logrando romper algunos de los barrotes de la celda, NamJoon se logró escapar. Escabulléndose entre los pasillos de aquel lugar, logro llegar a la fosa donde tiraban los restos de los cuerpos que no se querían comer. Se había aprendido el recorrido, ya que había sido obligado a limpiar el lugar.

Tragando, sintió su estómago, revolverse antes aquel hedor a cadáveres, los gusanos se daban un festín comiendo la carne podrida.

Escuchando pasos y voces, NamJoon se tiró a aquella fosa, escondiéndose entre los cuerpos. Unos demonios entraron a la fosa tirando más cuerpos, una sensación de frío le inundó el pecho al ver aquellos rostros conocidos, pero ni siquiera se inmutó.

Una vez estos se fueron, desesperado, atravesó la fosa hacia el alcantarillado, pero este estaba bajo aquella agua sucia con restos humanos. Manteniendo la respiración se hundió atravesándola, nadando por el canal, sintiendo la desesperación por la falta de aire, pero aun así se obligó a mantener la calma.

Llegando al final, logro salir cayendo a aquel estanque de suciedad, tomando una enorme bocanada de aire se aferró a la tierra con gusanos, no pudiendo evitarlo comenzó a vomitar lo poco que había comido en unos días, ensuciando con su vómito, pero poco le importaba. Las arcadas se repetían una y otra vez, aunque su estómago ya estuviera vacío.

Aunque algunas lágrimas cayeron de sus ojos, simplemente se sacudió un poco y seguir corriendo huyendo de ese lugar lo más rápido que sus débiles piernas se lo permitían, aún podía sentir los gusanos dentro y sobre su ropa, aquel horrible sabor en su boca de las aguas sucias y su vómito, pero tenía más ganas de vivir que asco.

Ya unos siete kilómetros lejos de ahí, se encontró un lago, donde no dudó en tirarse al agua, está se manchó de un color rojo al instante, quitándose la ropa, NamJoon se talló el cuerpo con fuerza con las manos, tratando de quitarse aquella asquerosa sensación, pero esta no se iba, sola maltrataba su piel.

Tomando el collar en su cuello, lo levanto un poco para observarlo, aunque su visión estaba nublada por las lágrimas —SeokJin —Murmuro, para sí mismo pensando en su príncipe, suponía que debía de estar muerto si llego al castillo.

Apretando el dije, presionó sus labios entre sí con tristeza, pero aunque tardó, el dije se iluminó levemente, sobresaltando a NamJoon —¡Está vivo! —Grito para sí mismo. De este salió un holograma mostrándole cómo está la salud del alfa, rastreándolo con el collar, encontró su locación. Ese collar había sido una buena inversión para seguir a su problemático príncipe.

—El aquelarre de los brujos —Murmuro —Aún sigue con ellos…

Enjuagando un poco su ropa se volvió a vestir y seguir caminando, probablemente le tome todo el día, pero podría llegar antes del amanecer, quizás ellos puedan ayudarle a los demás.



(…)
—Oye, JungKook, tenemos que hablar un momento —Comento el peligris llegando a la sala, viendo a al pelinegro, enseñándole a SeokJin a hacer algunos pentagramas.

—¿Sobre qué? —Cuestiona viéndole sentarse al lado del castaño en la mesa, viéndolos uno al lado del otro, se le seguía haciendo raro, son tan parecidos de no ser por su cabello. Pero aun así emanaban una vibra muy diferente, el peligris en cierta forma se veía orgulloso, algo serio y confiado, por otra parte, su TaeHyung es tan melancólico y tímido todo el tiempo.

—Quiero que me ayudes a preparar el ritual de purificación, lo entiendo, pero prefiero que alguien con experiencia me guíe, no quiero cometer errores por confiado.

—Está bien, pero eso quema mucha energía, y no sé si solo nosotros dos podamos purificar a un monstruo como ese gato.

—Eso podría servirle a SeokJin de práctica —Comento el castaño llamando la atención de ambos —Puedo notar qué su alma es bastante grande y saludable a pesar de estar manchada con el pacto.

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora