CHAPTER THIRTY-TWO

4.2K 467 25
                                    

La chica bajo del avión donde viajaba con rapidez, e ignorando los paparazzis que la fotografiaban y le gritaban pidiendo una entrevista, subió al automóvil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La chica bajo del avión donde viajaba con rapidez, e ignorando los paparazzis que la fotografiaban y le gritaban pidiendo una entrevista, subió al automóvil.

— ¿Dónde está mi pequeña hermanita?

Amelia se lanzó a los brazos de Harry con cariño—. Realmente te necesitaba —murmuró.

Como respuesta el pelirrojo le dio un ligero apretón—. Ya estoy aquí.

El automóvil se empezó a mover con dirección al Kensington Palace.

—Ahora —se separó un poco para poderle ver la cara a su hermana—. ¿Qué carajos ha pasado? Lo último que supe fue que estabas en una relación con Chris Evans y ahora todos están diciendo que te vas a casar con un tal príncipe Andrew.

Los ojos de Amelia se llenaron de lágrimas.

—Oh, Harry —gimoteó triste—. Papá me obligó a terminar con Chris y a casarme con Andrew.

La mirada del pelirrojo se oscureció y su mandíbula se tensó.

—Pensé que te iban a dejar en paz, después de... —calló.

Amelia, quién se había recostado en el pecho de su hermano mayor frunció el ceño.

— ¿Después de qué, Harry?

El mayor no dijo nada.

—Harry... —amenazó levantándose.

—Papá, William y yo tuvimos una plática cuando estuviste en África —confesó—. Me prometieron que te iban a dejar en paz.

— ¿Qué? —lo miró sorprendida—. ¿Qué les dijiste?

—Ellos te conocen y saben de lo que eres capaz, créeme tienen miedo de perderte —confesó—. Hablaré con ellos.

—No, por favor —pidió con miedo.

— ¿Qué pasa, Amy? —cuestionó confundido de su actitud, le recordaba a la Amelia de seis años con miedo de quedarse sola.

—Papá... —murmuró muy bajo—. Me da miedo de lo que pueda hacer.

— ¿A qué te refieres? 

—No debes confiar mucho en papá, Harry.

El automóvil quedo en silencio lo que restaba de camino.

— ¡Amy! —una pelirroja se lanzo a los brazos de la princesa apenas entraron a la sala de estar.

— ¡Oh por dios! —chillo emocionada—. ¡Nora!, ¿Qué haces aquí?

—Hacemos, querrás decir —Johanna bajo las escaleras con una sonrisa gigante.

Andrea y Esmeralda la seguían.

— ¿Cómo? —tapo su boca con emoción.

Después de todo lo ocurrido, Charles había tomado la decisión de dejar a su hija sin sus damas prefiriendo contratar a una mujer adulta que le enseñara a su hija a vestirse de una manera más madura. Amelia sintió su corazón destrozarse al enterarse que debía de alejarse de las mujeres a las que consideraba sus mejores amigas, casi hermanas.

—Dorothy nos llamo —explico—. Trajimos hamburguesas.

— ¿Te quedas tu tambien, Harry? —Nora lo vio.

—En realidad —su mirada se dirigio a su hermanita—. Tengo unos asuntos que arreglar... pero regresare mas tarde.

—Harry —lo llamo—. No hagas nada tonto.

El pelirrojo sonrió abrazando a su hermana—. No prometo nada —beso su frente—. ¡Nos vemos más de rato!

—Adiós —se despidieron las cuatro.

—Harry —llamo una ultima vez.

—Amy.

—Cuídate.

—Cuídate

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 | 𝐂𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora