¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Johanna arreglaba el cabello de Amelia cuando Dorothy entró a la suite con unos periódicos en sus manos.
— ¿Chris Evans y la Princesa Amelia en una relación? —diferentes fotografías de ella y el actor eran la portada.
—Solo fuimos a tomar algo, ni el ni yo creímos que sería para tanto —rodó los ojos, el día de ayer Dorothy la había regañado por haber desaparecido y ahora la regañaba por eso.
El teléfono de la rubia sonó, hizo una mueca al ver el nombre de William.
—Andrea, contesta —pidió—. Eres buena mintiendo... inventa una excusa.
La ojiverde tomo el celular.
—Princesa Amelia —llamo Dorothy—. Sabes que esto puede dañar tu imagen.
—Dot, estoy bien —cerro los ojos cuando Nora se acerco a maquillarla—. No es la primera ni la última vez que inventan algo mío.
—Un segundo —Andrea le entregó el celular con una mueca.
—Por dios —llevó el celular a su oído.
—Amelia —sabía perfectamente lo que William diría—. ¿Otra vez?
— ¿Qué puedo decir, Will? —suspiró—. La prensa me odia... ¿o ama? Es decir, no pueden vivir sin inventar un chisme mío.
—La abuela esta enojada —Amelia lo sabía, sabía que tanto su abuela como su padre lo estaban—. Ella y padre están pensando en buscarte un esposo.
Amelia abrió los ojos como plato, sus nervios salieron disparados demostrándolo en el tic en su pierna izquierda. Matrimonio arreglado era sinónimo de desastre total.
—Tu y yo sabemos mejor que nadie que los matrimonios arreglados no funcionan en esta familia, Will —se levanto de la silla completamente fuera de sí—. Por favor, no los dejes hacerme esto.
—Es mi palabra contra la de la reina, Lia, no puedo contra eso —sintió ganas de llorar—. Es muy probable que cuando regreses te pongan un ultimátum.
La rubia maldijo mentalmente la hora en que acepto ir con Chris Evans por un café.
—Bien, no más dramas —suspiró contando hasta diez.
—No más dramas —el hombre igual suspiro—. Cuídate, veré la manera de ayudarte.
—Gracias, Will, te amo.
La llamada acabo dejando a una Amelia nerviosa, fragmentos de recuerdos sobre el matrimonio de sus padres llegaron a su mente. A ella le toco la parte más horrible de su matrimonio, le toco crecer sin su madre por mucho tiempo, le toco escuchar los llantos de su madre rogando por amor, le toco ver como su madre se revelaba contra la familia real y finalmente le toco ver como la luz de su madre se apagaba.