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— ¡LOS DECLARO MARIDO Y MUJER! —anunció el sacerdote—. Thomas, puedes besar a tu esposa.
Pronto la pequeña iglesia se lleno de fuertes aplausos y vitoreos por los recién casados. Amelia limpió las lágrimas con una sonrisa gigante en el rostro. Una de sus mejores amigas estaba cumpliendo el sueño que tanto les había contado.
—Damas y caballeros, les presento al señor y la señora Hiddleston —la pareja camino por el pasillo.
—Que bonitos, los amo mucho —chilló Amelia emocionada.
Chris le extendió su brazo para que lo tomara, Amelia le miro con ternura para caminar por el pasillo con las demás damas y bestmen.
—Déjame decirte —murmuró saliendo de la iglesia—. Que luces extremadamente hermosa.
Amelia no pudo evitar sonrojarse—. Tu también te ves increíblemente guapo.
El lugar donde se llevaría acabo la boda era en un área privada de la playa, el lugar parecía sacado de un centro de hadas.
—Ellos estaban seguros de que tu y yo íbamos a regresar —Chris negó aplaudiendo a la pareja que iniciaban su primer vals como marido y mujer—. Hasta en la misma mesa nos pusieron.
—Nos conocen bien, eso pasa.
Harry los interrumpió—. Lo que pasa es que son tan predecibles.
—Llevaban un buen tiempo alejados... solo bastaba ponerlos a solas en una isla y ¡Boom! —Artemis hizo una mueca graciosa que hizo reír a la mayoría.
Sarah, a un lado de Chris, asintió divertida.
—Pensé que ustedes dos estaban en algo... —señaló Amelia mirando a Sarah y a Chris.
La rubia arrugó la nariz—. Cariño, eso es imposible... —rió—. Chris y yo tiramos para el mismo bando.
Chris se atragantó con la bebida al escuchar a su amiga, eso era algo que no sabía.
—Sabía que mi gaydar no se equivocaba —Scott beso la mejilla de su amiga—. Por eso somos mejores amigos.
— ¿Mejores amigos? —alzó una ceja mirando al rubio—. Perra, tu eres mi alma gemela.
Ambos rubios se abrazaron con cariño.
— ¿Eres lesbi?
—Prefiero el termino bisexual —se encogió de hombros—. Pero tengo una ligera inclinación a las mujeres.
Amelia la miro sorprendida, eran tan parecidas pero a la vez tan distintas.
— ¿Qué va a pasar ahora? —cambió de tema mirándola—. La gente va a empezar a darse cuenta que existes.
Sarah hizo una mueca—. Estuve pensando en todo eso... —suspiró—. Creo que voy a tener que acostumbrarme a todo esto de tener camarógrafos detrás de mí.