CHAPTER SEVENTY-SEVEN

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— ¿ENTONCES VAMOS A llegar a la casa de ese idiota y lo vas a golpear? —Scott miraba indeciso a su hermano mayor

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— ¿ENTONCES VAMOS A llegar a la casa de ese idiota y lo vas a golpear? —Scott miraba indeciso a su hermano mayor.

—Algo así —estacionó el automóvil justo frente a la gran mansión de los Jacobson.

Los tres salieron del automóvil y juntos se acercaron a la puerta.

—Su alteza —la sirvienta de Paul abrió la puerta haciendo una reverencia.

—Buen día —saludó solemne—. ¿Dónde está Paul?

—El señor Jacobson esta ocupado en estos momentos pero...

—Descuida, Alina —hablo el rubio desde el segundo piso—. Déjalos pasar.

Una guapa pelirroja embarazada se acerco e intento hacer una reverencia pero Harry la detuvo.

—No, por favor, no —pidió.

—Debo hablar contigo —Chris miro a Paul, apretó sus puños con fuerza aguantando las ganas de golpearlo.

—Acompañame a mi despacho —se hizo a un lado dejándolo pasar.

Ambos entraron al lugar. Chris miro la habitación, tenía un diseño minimalista pero no dejaba de verse elegante.

— ¿A que se debe tu honorable visita?

Chris se cruzó de brazos—. ¿Sabes que grabar a una menor teniendo relaciones sexuales o desnuda es ilegal?

Paul se tensó—. Así que una vez más mintió con eso, eh —alzó las cejas.

—Amelia no me mentiría con eso.

—Es porque no la conoces, Christopher —rió amargamente—. No la conoces de la manera en la que yo lo hago.

Chris no dijo nada.

—Ella no es el ángel que tu crees —negó—. Solo es una capa de muchas, la que la hace ver inocente y torpe, pero esa mujer... —hizo un ruidito—. No, hermano, ella es un lobo disfrazado de cordero.

—Cállate y deja de decir idioteces —apretó los puños—. ¿Dónde está ese maldito vídeo?

— ¿Te hablo de su madre, eh? —preguntó tomando un vaso con whisky escocés—. ¿Se hizo la víctima una vez más? ¿Te contó esas idioteces de que ella debía ver por los otros que no tenían lo que ella sí?

Chris lo miro confundido.

—Bueno —bebió—. Yo fui el primero en escuchar esas falsedades, después las escucharon Dimitri, Lee y finalmente tu... claro que, tu fuiste el único que se quedo.

—Esas son mentiras, ella jamás...

— ¿Sabes la verdadera razón por la que me fui? —lo interrumpió—. Ella estaba embarazada de mí.

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 | 𝐂𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora