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Había pasado una semana desde que habían llegado a África, en esa semana Amelia había confirmado el disgusto por Andrew, Johanna y Tom habían empezado una relación y Nora había sido descubierta teniendo sexo con Renner.
—Hola —los actores de Marvel miraron a Dorothy entrar a la habitación.
—Dot —Amelia se levantó de la cama.
—Solo venía a informarles que esta segunda semana se unirán dos princesas más —Amelia asintió—. Artemis de Grecia y Antoinette de Suecia.
— ¿Por qué de la nada mi padre empieza a querer traer príncipes y princesas? —preguntó confundida.
—Porque, según tu su alteza, olvidaste que eras una princesa al juntarte con, nuevamente palabras del príncipe de Gales, plebeyos que buscan fama en Inglaterra —explico apenada—. Cree que necesitas empezar a juntarte con personas de tu edad y con el mismo título que tu para que empieces a recordar de donde vienes y a donde perteneces.
—Mi madre no tenía ningún título antes de casarse con mi padre, Kate tampoco —alzó una ceja.
—Nuevamente, son palabras de tu padre.
—Está bien, Dot —sonrió—. Gracias por informarme.
Andrew tomo lugar a un lado de ella.
—Amelia, mañana tu cumpleaños —Hiddleston sonrió bebiendo.
— ¡Mañana! —asintió bebiendo su café.
—Que ironias, tu cumples un día antes que Cevans —rió Hemsworth.
—De hecho, pudimos haber cumplido el mismo día —comentó—. Nací a las once cincuenta y ocho de la noche del día doce.
—Ay, en serio, los shippeo mucho —mencionó Esmeralda emocionada—. Es como si estuvieran hechos el uno para el otro.
Andrew rió falsamente.
— ¿Qué? —preguntó la rubia mirándolo.
—Me parece tan... tierno verlos creyendo en el amor —negó divertido.
— ¿Quién te hizo tanto daño como para no creer en el amor? —pregunto Amelia.
El joven se encogió de hombros dejando su taza vacía en la mesa, se levantó y camino junto a su secretario fuera del restaurante bajo la atenta mirada de Amelia.
—Amy —llamó Nora—. ¿Ya tienes un regalo para Chris?
—Algo así, Sebastian me ayudará —explico feliz.
— ¿Irás a Atlanta? —negó.
—Es otra cosa, una sorpresa —sonrío emocionada.
Amelia se levantó de la mesa.
— ¿A dónde vas? —preguntó Dorothy mirándola.
—Tengo sueño, iré a dormir —bostezo.
— ¡Buenas noches, Amy! —la chica se despidió caminando a las escaleras.
—Y... ya se fue —las chicas miraron curiosas a Hemsworth.
Ambos Chris se levantaron de sus sillas caminando a la salida, afuera del hotel se detuvo una camioneta blanca.
Nora miro sorprendida a los Chris—. No puede ser.
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Capítulo cortito, perdón jaja.
Quiero aclarar que cambié el origen de Andrew y ahora es de Países Bajos.
