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El automóvil en el que Amelia y Antoinette viajaban se detuvo en una casa tan conocida para la primera. Trago en seco al ver que las luces de la sala estaban encendidas.
Antoinette tomo la mano de la castaña y sonrió apenada—. Te esperaré aquí.
Bajo lentamente del automóvil y camino a la puerta, tocó tres veces y oyó los ladridos de East en la puerta.
Se abrazó a si misma quitando algunos copos de nieve de su cuerpo. Se tensó al escuchar la risa de su novio y trago en seco.
— ¿Lia? —frunció el ceño—. ¿Qué haces aquí?
— ¿Puedes salir unos minutos, por favor? —le miró con lágrimas en los ojos.
—Voy por mi abrigo.
Al cabo de unos minutos, Chris y Amelia se miraban fijamente a los ojos, ninguno decía nada. Chris estaba confundido y Amelia estaba nerviosa.
—Yo... —la princesa lo calló besándolo en los labios.
Chris paso sus brazos por la cintura de su novia sonriendo en el trayecto.
—Lia... dime que ocurre, por favor —pidió al sentir, en medio del beso, las lágrimas de la joven abandonar sus ojos.
—Debemos terminar —soltó.
— ¿Qué dices? —murmuró confundido, sabía que Scott y East los miraban desde la ventana.
—Yo... —sollozo—. Estoy comprometida con Andrew.
Chris se tensó—. ¿Desde cuándo?
—Desde África.
— ¿Pensabas decírmelo?
—Pensaba que podría solucionarlo.
— ¿Solucionar qué?
— ¡Me están obligando a casarme! —soltó entre lágrimas, su cuerpo temblaba por el nerviosismo y su cara demostraba desesperación.
—Renuncia... cásate conmigo —pidió limpiándole las lágrimas.
La chica lo abrazó—. No es tan sencillo —susurró—. Yo... te amo más que nada en este mundo y no puedo dejar que te hagan daño.
—No entiendo nada.
—Después de lo de mi madre nunca volví a ser feliz hasta que te conocí —le dijo—. No puedo dejar que me arrebaten a lo que más amo en la vida, no podría soportarlo una segunda vez.
—Amelia —negó con lágrimas—. Lo vamos a solucionar.
—Es imposible, Chris —beso nuevamente sus labios—. Eres mi alma gemela y te amaré siempre.
En la mano del actor dejo su brazalete.
—Adiós, Chris —le dio un último abrazó y corrió hasta el automóvil.
— ¡Espera!
Amelia sollozo en el pecho de Antoinette—. No se detenga, por favor —ordenó al chófer—. Todo va a mejor, Amelia, te lo prometo.
—Esto no se puede solucionar, Antoinette, acabo de romperle el corazón al amor de mi vida —lloró—. Me va odiar.
—Te obligaron a hacerlo —acarició su espalda dándole ánimos.
—Es la única solución para mantenerlo a salvo —aseguró—. Ahora debo cumplir con mi deber y ser la princesa que todos quieren que sea.
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N / A: Ay amigxs, siento que esto ya esta muy predecible JAJAJAJAJA
Bueno bueno, aquí acaba el acto dos. Y no sé cuando suba el acto tres, estoy full con tareas y proyectos.
Btw, la canción de este capítulo es de uno de mis doramas favoritos, se llama Destinado a Amarte ¿ya lo vieron?