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—BIENVENIDA A PAÍSES BAJOS, PRINCESA AMELIA.
La castaña miraba el lugar sorprendida, había visitado el país solamente una vez en su vida pero no se había tomado el tiempo de admirarlo.
—Vamos a llegar al Palacio Huis ten Bosch, que se traduce como La Casa del Bosque —explicó—. Es la propiedad donde más privacidad tenemos, te encantara.
—Entonces... ¿tú eres el mayor? —preguntó curiosa.
—Así es, mis hermanas son unos bebés todavía —le dijo—. Catharina tiene 11 años, después sigue Alexia de 9 y finalmente Ariane de 7.
— ¿Por qué tú tienes treinta años y tus hermanas son tan jóvenes? —frunció el ceño.
—Bueno —rio incómodo—. Son hijas del segundo matrimonio de papá.
— ¿Qué? —abrió los ojos como plato.
—Mi madre murió el día de mi nacimiento —murmuró.
—Oh, lo lamento tanto, Andrew —le tomo la mano.
—No te preocupes, me tomaron años de terapia pero ahora estoy bien —sonrió—. Y Máxima es como una mamá para mí, te caerá bien.
Ambos quedaron en silencio hasta que llegaron al gran palacio alejado de la cuidad y rodeado de árboles.
—Ahí están —Andrew negó divertido—. Suelen hacer eso, pero no te asustes, todos ellos saben cómo está esto y te apoyan.
Amelia sonrió agradecida mirando a la familia esperando por ellos en la entrada del palacio. Era una pareja adulta, una viejita muy elegante y tres niñas bonitas.
—Su alteza —la puerta del automóvil se abrió.
Andrew fue el primero en bajar siendo seguido de cerca por Amelia.
— ¡Hijo mío! —Willem fue el primero en acercarse a abrazar a su hijo mayor.
— ¡Papá! —saludó feliz.
Después de haber saludado a los miembros de su familia volteó a ver a Amelia llamándola con la mirada.
—Amy, quiero presentarte a mi familia —la tomo de la mano—. Él es Willem, mi padre.
—Su majestad —hizo una pequeña reverencia pero el adulto la detuvo.
—No es necesario, dime Will —le dio un pequeño abrazó—. Un placer conocerte, Amelia.
—Lo mismo digo, su... Will —se sonrojo.
—Ella es mi madre, Máxima —la mujer era muy guapa y muy amable, le dio dos besos en sus mejillas y le halago—. Mi abuela, Beatrix.
—Su alteza real.
—Qué guapa eres —le dio un abrazo—. Tan parecida a Diana.
Amelia sonrió ampliamente.
—Y ahora te presento a las únicas princesas que ocupan mi corazón...
— ¡Andrew! —las tres se sonrojaron.
—Ella es Catharina, apuesto a que ambas podrán cabalgar juntas —la rubia saludo—. La zanahoria de allá es Alexia, ella también es muy fan de mamma mia... y la más chiquita es Ariane, ella ama esa banda británica que tu escuchas todo el tiempo.
—Son más guapas de lo que Andrew me comento —sonrió.
—Tu eres muy bonita —Ariane se acercó a ella.
—Pero tú eres más bonita.
—Vamos adentró.
La familia Orange-Nassau y Amelia se adentraron al castillo.
—CHRIS, CARIÑO —Lisa entro a la habitación de su hijo.
Scott había llamado a su familia de emergencia para que viajaran a Nueva York después de que Chris se entero del compromiso de Amelia.
—Mamá —el actor se aferró a los brazos de su madre—. Ella se va a casar.
Lisa lo miraba con lágrimas en los ojos, ver a su hijo sufrir de esa manera era como si la estuvieran torturando a ella.
—Debí de haberla seguido —recostó su cabeza en el regazo de su madre—. Ahora se va a casar con alguien más.
—Chris, cariño —Lisa acariciaba el cabello de su hijo—. No es sano para ti seguir así, sé que la amas con todo tu corazón pero debes aprender a soltar. Amelia... bueno, ella hace lo que le ordenan para mantenerte a salvo, lo mejor que podrías hacer es seguir con tu vida porque de ese modo lo que ella hace no es en vano.
— ¿Cómo puedo seguir sin ella? —murmuro—. Es el amor de mi vida.
—A veces no podemos estar con el amor de nuestra vida, pero eso no evita que la sigas amando... siempre estará en tu corazón pero es tiempo de seguir adelante y conocer al amor que es para tu vida.
Chris negó—. No quiero.
—Chris, amor, por favor... me parte el corazón verte sufrir así —la mujer limpio una lagrima que escurría por su mejilla.
—Mamá, no llores —pidió abrazándola rápidamente.
—Es que no puedo verte sufrir de esa manera, eres mi hijo y solo quiero lo mejor para ti.
—Voy a salir adelante, te lo prometo, pero no llores.
—Prométeme que vas a regresar con el terapeuta, Chris —lo miro seriamente—. Y también prométeme que no vas a ver ni una noticia ni nada que tenga que ver con Amelia.
—Mamá...
—Debes seguir adelante, Christopher, y solo podrás lograrlo si te alejas completamente de todos esos chismes.
—Está bien, mamá, te lo prometo.
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N/A:
Amigaaaas, perdón por esa fea escena emotiva de Chris con su mamá pero no sé escribir ese tipo de cosas:(
Maybe mañana suba otro capítulo pero no sé a que hora jsjs