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—Amelia —la chica se movió incómoda frente a su hermano mayor—. Tu cabello...
—Lo teñí —explicó mordiendo su labio inferior.
Después de pasar navidad y año nuevo con los Evans, Amelia tuvo que regresar a Londres por órdenes de su hermano mayor y padre.
—Debes de terminar con Chris —su padre entro a la habitación con una carpeta en sus manos.
— ¿Qué dices? —rió cruzándose de brazos.
—Te vas a casar con el príncipe Andrew —le ordenó—. Lo harás porque te lo ordeno yo.
— ¡No tienes el derecho de obligarme a nada! —gritó.
—Soy tu padre y soy tu autoridad, por supuesto que obligarte a terminar con ese americano —le dijo acercándose a ella.
—Padre —lo detuvo William, volteó a su hermana—. No creemos que sea buena influencia para ti.
—Soy lo suficientemente mayor para saber quien es buena influencia para mi y quien no —los miro.
—Por supuesto —rió irónico—. Segunda vez que pasas el tiempo con ellos y llegaste con un color diferente en tu cabello... y tus orejas.
—Eso fue totalmente mi idea —dijo tocándose la oreja izquierda, justo donde estaba su reciente perforación.
— ¿Qué sigue? ¿Tatuajes?
La chica se mordió la lengua.
—No me conteste eso —pidió al verle la cara—. Vas a terminar con ese circo que te montaste.
—No es ningún circo, padre. Lo amo.
Charles rió—. Eres una niña, Amelia —le recordó—. Una niña que creció encerrada en una burbuja de hadas madrinas y príncipes azules... esta es la realidad y debes afrontarla.
—Y terminar como mamá —le dijo fríamente—. Muerta.
Su padre la miro seriamente apretando su quijada—. Si no dejas a Chris Evans para el veinte de enero yo mismo me encargo de arruinar su vida —salió de la habitación.
La chica cayó en el sofá soltándose en llanto, odiaba tanto a su padre que no creía poder perdonarlo jamás.
—Amy —llamó Will.
—Cállate —lo miro mal—. Tu no eres mi hermano, jamás te has preocupado por mi y jamás lo harás porque solo te importa la estúpida corona... ¡Somos humanos, William, no unos robots sin sentimientos!
— ¡Te estás comportando demasiado infantil! —le dijo—. Naciste en una familia real, deberías sentirte afortunada de tener lo que muchos otros no tienen.
—Yo no pedí esto —confesó—. Solo quiero ser normal y tener una vida plena con la persona que amo, tu tienes una familia, una esposa increíble... quiero lo mismo, alguien que me ame.
William volteó a otro lado, como si las palabras de su hermana le quemaran.
—No es digno.
— ¿Digno de qué? —rió irónica—. ¿De mí?
—Eres una princesa, Amelia —le recordó—. Una princesa que debe cumplir a lo que le ordenan.
—No conozco a Andrew, no conozco ni amo a su país —remarcó—. Amo Inglaterra, amo Reino Unido porque es mi casa, ¿pero irme a vivir a un país que muy apenas conozco para qué?
—Amelia —amenazó—. Solo... haz lo que dicen y deja de quejarte por todo.
—No, jamás me quedaré callada —se levantó del sillón—. Voy a renunciar a mi título.
William la miro como si estuviera loca, la tomó de los hombros obligándole a verlo—. ¿Acaso perdiste la cabeza, Amy? —murmuró—. Papá... te odiaría, no podrías vernos, ni a Harry ni a mí... nuestra familia.
— ¿Familia? —se burló—. ¿Qué familia? Tu y Kate jamás están disponibles y Harry vive en otro país, no hay una familia.
Los ojos de William se llenaron de lágrimas—. Padre no te dejará.
—No le voy a pedir permiso.
—No lo entiendes, Amy —bajo la vista—. El... está dispuesto a acabar con Christopher.
— ¿Como lo hizo con mamá?
William mordió su labio inferior soltándola.
— ¿Fue el, no es así?
—Amelia...
—Dime, William, por favor —pidió.
—Lo lamento —el hombre soltó a su hermana caminando rápidamente a la puerta—. Amelia... piensa en lo que padre te dijo.
Y dejo a su hermana menor sola con un millón de dudas en su mente.
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N / A: Perdón por estar tan desaparecida, espero poder subir otro capitulo en un rato más:(.
Btw, ¿qué creen? ¿Amy realmente va a renunciar a su título o nel?
