CHAPTER THIRTY-FIVE

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EL AUTOMÓVIL DE HARRY se detuvo frente a una bonita casa un poco alejada de la ciudad

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EL AUTOMÓVIL DE HARRY se detuvo frente a una bonita casa un poco alejada de la ciudad. Amelia miro el lugar. Era muy pintoresco y nada parecido al Londres que ella conocía.

—Ven conmigo —le abrazó por los hombros hasta llegar a la puerta color ladrillo.

Harry tocó dos veces hasta escuchar el ladrido de un perro. Minutos después un hombre pakistaní.

— ¡Harry! Me preguntaba cuando iba a volver a verte, muchacho —le dio un corto abrazo.

—Es un gusto verte, Hasnat —se dirigió a su hermana—. Amy, el es Hasnat Khan.

— ¿El Hasnat? —Harry asintió—. Oh dios, es un placer conocerlo, doctor Khan.

—Eres muy parecida a tu madre —le sonrió—. Me alegra que Harry por fin se haya atrevido a decirte.

— ¿Es verdad lo que decían? —frunció el ceño—. ¿Usted y mi madre?

Hasnat asintió apenado.

—Andando, vamos a hablar —Hasnat los llevo hasta el jardín—. Prepararé té.

— ¡CHRISTOPHER ROBERT EVANS! —el actor saltó en su lugar al oír a Scarlett a sus espaldas.

—Antes que nada... Oh, hola Jessie —miro a la castaña a lado de Scarlett—. ¿Qué haces aquí?

—Bueno, tu madre me contó que la estabas pasando mal y vine a verte —explicó cruzándose de brazos—. Pero Scarlett me dijo que estaban aquí. Vaya sorpresa me lleve al enterarme de que te acostaste con alguien estando ebrio.

—Fue un error —asintió—. Em y yo ya lo aclaramos.

— ¿Usaron protección?

El actor se tensó mirando a la que alguna vez fue su hermana ficticia—. Si.

— ¿Cómo estás tan seguro? —Jessica alzó una ceja.

—Porque me conozco y soy responsable —explicó.

—No te creo.

Chris suspiró—. Escuchen solo... quiero ir a casa, ¿bien?

Jessica apretó los labios antes de acercarse y abrazarlo—. No la conozco pero sé que era lo mejor —murmuró en su oído—. Pronto conocerás a la indicada.

—No, ella es la indicada —confesó—. Puedo sentirlo en mi corazón. Jamás había sentido lo que siento por ella, jamás me había enamorado de esta manera y ella... yo sé que me ama, lo sé.

— ¿Y qué paso entonces?

—No quiero hablar de eso —camino a la salida del hotel.

—Debes soltar lo que tienes en tu corazón, no te hace bien guardarlo —Scarlett se posicionó a un lado de Jessica—. ¿Quién mejor para escucharte que tus mejores amigas?

—Tara viene en camino —explicó Jessica al verlo abrir la boca—. Mientras tanto, vamos a mi habitación.

Chris no tuvo de otra más que aceptar.

—Bien —Tara entro a la habitación con tres botellas de vino—. Perdón por la tardanza, pero ahora si.

Y así fue como Chris paso su mañana hablando con sus tres mejores amigas. Contándoles con lujo y detalle todo lo que había pasado, incluido lo que Amy solía contarle acerca de su familia.

—Yo creo que te está protegiendo, Chris —Tara bebió de su  copa—. Y si lo hace es porque te ama demasiado.

—Pero no tendría porque protegerme, sé cuidarme solo —las miro.

—Chris, ¿recuerdas todo lo que paso con su madre? —Jessica alzo una ceja preocupada—. Muchos de los rumores apuntan a que fueron ellos los que provocaron ese accidente.

—Si tu te involucras con ellos y ellos no te quieren ahí entonces no sé que pasara —Scarlett le dio la razón.

— ¿Y qué pasara Amy? —pregunto angustiado.

—Ella pertenece a ellos y dudo mucho que le hagan algo malo.

—Nada malo, solo casarse en contra de su voluntad —murmuró con sarcasmo.

—Chris, en serio, no puedes arriesgarte —regañó Tara—. Deja que todo se calme un poco, sal y conoce a otras personas... pero deja a Amy vivir su vida.

—Bien —suspiró cansado.

—Prometelo.

—No, no me van a hacer prometer eso —negó frunciendo el ceño—. Les doy mi palabra de que voy a intentar salir y conocer gente, sí, pero si en algún momento Amy viene y quiere volver a intentarlo entonces yo voy a regresar con ella sin importarme las consecuencias.

—De verdad, ¿cómo puedes ser tan terco?

—La amo —les dijo—. Con todo mi corazón, de hecho, mi corazón le pertenece y puede hacer con el lo que le de en gana así que no me pidan que deje al amor de mi vida porque es imposible.

AMELIA ESCUCHABA ATENTAMENTE AL hombre frente a ellos con curiosidad, este les contaba todos los detalles de su relación con Diana.

—Hasnat —dejo su taza en la mesita—. ¿Usted amo verdaderamente a mi madre?

El hombre quedo en silencio unos segundos.

—La ame más de lo que debí —asintió—. Lo que tuve con Diana fue tan único y mágico que muchos todavía no creen que realmente paso. Yo, un médico pakistaní, con una mujer tan hermosa como Diana sonaba casi imposible... pero entonces yo llegaba a casa y la veía a ella todas las dudas se esfumaban... fue mi miedo la que la alejo de mí.

Amelia miraba al suelo escuchando atentamente lo que decía.

—Si hubiera sabido todo lo que iba a ocurrir yo... yo no la hubiera dejado, le habría dicho lo mucho que la amo y que jamás la dejaría —Hasnat no miro a ninguno de los dos—. Pero el hubiera no existe y ahora ella se fue.

—Sabemos que nuestra madre te amaba, Hasnat —Harry sonrió.

Amelia miro una fotografía que Hasnat les había prestado, era el con su madre, ambos sonrientes y felices. ¿Ella algún día podría ser así de feliz que su madre? ¿Podría estar con el amor de su vida? Ella esperaba que sí.

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𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 | 𝐂𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora