¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CHRIS ENTRO AL restaurante con McKenna Grace de su mano—. ¡Allá esta Octavia! —señaló.
Soltó la mano del actor para acercarse a la mujer, Chris saludó a algunas personas que trabajaban en la película.
—Chris —Jenny se acercó a el.
— ¡Hey Jenny! —le dio un pequeño abrazó—. ¿Cómo estás?
—Muy bien, ¿Y tu?
—Perfectamente bien —sonrío—. ¿Recibiste la invitación a mi boda?
— ¡Por supuesto! Estoy tan feliz de que por fin tu y Amelia puedan estar juntos, la última vez que me contaste tu situación estabas tan triste —hizo una mueca.
—Lo sé, lo sé —llevó sus manos a sus bolsillos—. Pero todo se soluciono...
—Me alegro —le dio una palmadita a su hombro—. A propósito, quería agradecerte... tu consejo me ayudo mucho y ahora nos estamos divorciando.
—Oh, Jenny.
—Está bien, tenías razón. Merezco alguien mejor que el.
—Lo mereces, sí —le dio un abrazo—. Espero que encuentres a la persona que realmente sepa valorarte.
—Gracias, Chris, realmente eres un increíble amigo —sonrió.
—Vamos a comer.
Ambos caminaron hasta la mesa donde Octavia Spencer y McKenna Grace los esperaban.
————————
— ¿ESTÁS SEGURA? —Amelia asintió una vez más cansada.
—Scotty, no me va a pasar nada malo —sonrío—. Solo voy a caminar unos metros y después voy a estar sentada.
Amelia sabía que no podía tomarse tanto tiempo de reposo teniendo tantos compromisos, así que apenas y el ginecólogo le dijo que podía retomar sus actividades no dudo en aceptar a la invitación de su abuelo para participar en una carrera de caballos donde ella le daría el trofeo al primer lugar.
Había aceptado solo para que su abuela no empezara a decirle de cosas. Claro que, había invitado a los Evans con ella para que pudieran disfrutar del lugar y no quedarse solamente encerrados en el Palacio.
—Bien, pero en el momento en el que te sientas mal le dices a tu abuelo y nos regresamos aquí por favor —subieron a la camioneta.
—Recuerda que aquí se maneja del lado contrario —sonrió subiendo al asiento de copiloto.
Amelia había dejado que el rubio manejara solo para que estuviera más calmado.