CHAPTER SEVENTY-TWO

2.6K 301 46
                                    

CHRIS ENTRO AL restaurante con McKenna Grace de su mano—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CHRIS ENTRO AL restaurante con McKenna Grace de su mano—. ¡Allá esta Octavia! —señaló.

Soltó la mano del actor para acercarse a la mujer, Chris saludó a algunas personas que trabajaban en la película.

—Chris —Jenny se acercó a el.

— ¡Hey Jenny! —le dio un pequeño abrazó—. ¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿Y tu?

—Perfectamente bien —sonrío—. ¿Recibiste la invitación a mi boda?

— ¡Por supuesto! Estoy tan feliz de que por fin tu y Amelia puedan estar juntos, la última vez que me contaste tu situación estabas tan triste —hizo una mueca.

—Lo sé, lo sé —llevó sus manos a sus bolsillos—. Pero todo se soluciono...

—Me alegro —le dio una palmadita a su hombro—. A propósito, quería agradecerte... tu consejo me ayudo mucho y ahora nos estamos divorciando.

—Oh, Jenny.

—Está bien, tenías razón. Merezco alguien mejor que el.

—Lo mereces, sí —le dio un abrazo—. Espero que encuentres a la persona que realmente sepa valorarte.

—Gracias, Chris, realmente eres un increíble amigo —sonrió.

—Vamos a comer.

Ambos caminaron hasta la mesa donde Octavia Spencer y McKenna Grace los esperaban.

————————

— ¿ESTÁS SEGURA? —Amelia asintió una vez más cansada.

—Scotty, no me va a pasar nada malo —sonrío—. Solo voy a caminar unos metros y después voy a estar sentada.

Amelia sabía que no podía tomarse tanto tiempo de reposo teniendo tantos compromisos, así que apenas y el ginecólogo  le dijo que podía retomar sus actividades no dudo en aceptar a la invitación de su abuelo para participar en una carrera de caballos donde ella le daría el trofeo al primer lugar.

Había aceptado solo para que su abuela no empezara a decirle de cosas. Claro que, había invitado a los Evans con ella para que pudieran disfrutar del lugar y no quedarse solamente encerrados en el Palacio.

—Bien, pero en el momento en el que te sientas mal le dices a tu abuelo y nos regresamos aquí por favor —subieron a la camioneta.

—Recuerda que aquí se maneja del lado contrario —sonrió subiendo al asiento de copiloto.

Amelia había dejado que el rubio manejara solo para que estuviera más calmado.

—Ya lo sé —rodó los ojos.

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 | 𝐂𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora