22. CUENTOS CON HAN 《SCOUNDRESS》

379 17 3
                                    

Han miraba los ojos marrones idénticos a los de la mujer que dormía suavemente a unos centímetros de él. No sabía que horas era en este momento. Por mucho que Leia le dijera que intentara dormir un poco, no podía, aunque le dolía los brazos, pero no importaba no quería dejar a su hijo en su cuna que estaba cerca entre su silla y la cama.

Definitivamente fuiste una sorpresa para mí y tu mamá -dijo Han en voz baja y suave tratando de no despertar a Leia- Sabes nunca habíamos hablado de tener hijos, di que decir del matrimonio nunca se me paso por la cabeza hasta que conocí a tu madre, pero esa historia será para otra ocasión -dijo con una pequeña sonrisa, continuando mirando a su hijo que miraba a su alrededor lo mejor que pudo hasta que volvió a Han- Nunca tuve una familia mientras crecía, lo más cercano que tuve fue una bola de pelusa gigante que me siguió -dijo Han bromeando- Tu tío Chewei es uno de los Wookies más leales y de gran corazón que jamás haya conocido, éramos solamente él y yo hasta que entraron en mi vida el tío Luke y tú mama, fueron una de las mejores cosas que me paso -dijo haciendo una pausa- Y tú también -dijo mirando esos profundos ojos marrones.

Han sintió que su hijo comenzaba a moverse debajo de la manta en la que estaba envuelto.

Hiciste mucho de eso cuando estabas en el estómago de tu madre -dijo Han, recordando la primera vez que sintió al bebe patear y moverse dentro del estómago de Leia.

Recuerdo de Han

Era una noche tranquila en el dormitorio de la pareja, Han no sabía qué hora era. Él la miró y sonrió viendo como Leia respiraba suavemente, aunque ella se dejara admitir, sabía que el embarazo la estaba afectando mucho. Trato de dormir un poco, se acostó detrás de Leia y puso su mano sobre el bulto creciente de Leia. Han cerró los ojos y comenzó a quedarse dormido cuando sintió, una rápida patada en la mano, sus ojos se abrieron de golpe, se inclinó lentamente sobre su codo, con cuidado de no despertar a Leia, miró hasta donde estaba su mano y comenzó a frotar lentamente el estómago de Leia. Después de unos segundos, Han sintió un movimiento debajo de su mano. De repente sintió que unos dedos le recorrían la nuca.

¿Lo sentiste? -preguntó Leia con voz cansada.

Han miró hacia arriba para ver a una Leia con una mirada agotada.

-contesto él con una sonrisa en su rostro- ¿Te desperté? -preguntó sintiéndose culpable.

No -contestó ella sacudiendo la cabeza ligeramente.

Vuelve a dormir cariño -dijo él mirando a Leia mientras acariciaba el brazo.

Leia se limitó a asentir, movió el brazo hacia atrás y cerró los ojos.

Deja que tu mamá duerma, hombrecito -dijo en voz baja mientras colocaba su mano debajo de la camisa de dormir de Leia y frotaba suavemente su estómago- Los amo. A los dos -susurró antes de caer en un sueño profundo.

Fin del recuerdo de Han

Han observó cómo el recién nacido abría un poco la boca y metía y sacaba la lengua mientras hacía pequeños gruñidos en el proceso. Han miro hacia arriba y vio que Leia aún dormida.

Tu mamá es terca, tuve que convencerla ese día que durmiera un poco. Es mandona y controladora, pero por eso la amo -dijo sonriendo mientras miraba a su hijo, quien lo miraba como si estuviera reteniendo toda esta información a pesar de que Han sabía que eso no era posible.

Han miró a su hijo como lo había hecho Leia cuando lo sostenía.

Se que tu mamá va a ser excelente en todo este asunto de la crianza de los hijos, es excelente en todo lo que hace ¿Pero yo? -dijo Han haciendo una pausa por unos segundos- Solo necesitas tener paciencia conmigo, aunque siempre estaré a tu lado. Te lo prometo -dijo con una pequeña sonrisa, mientras los ojos del pequeño Ben luchaban por mantenerse abiertos- Estaré en silencio a tu lado hasta que te duermas -dijo antes de inclinar la cabeza hacia abajo y darle un pequeño beso en la cabeza del bebé- Te quiero, Ben -susurró levantándose con cuidado y colocó suavemente al bebé en la cuna.

Vas a ser un excelente padre, no te preocupes -susurró con cansancio Leia desde la cama.

Han miró hacia arriba y vio a una Leia exhausta mirándolo con una pequeña sonrisa en su rostro. Su sonrisa se hizo más grande, lo que no pensó que fuera posible, pero tenía todo lo que nunca supo que tendría algún día, su familia.

Star Wars♡StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora