84. ÚLTIMOS PENSAMIENTOS DE UN SITH 《VADERDALA》

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Darth Vader estaba en los brazos de su hijo Luke, muy debilitado por los rayos que le proporciono Palpatine, por salvar a su hijo. Le había pedido a Luke que le quitara el casco para que el pudiera verlo con sus propios ojos sin importa que eso apresurara su muerte.

Mi hijo quería salvarme, y lo hizo. Él me sacó del abismo más profundo de la desesperación, de vuelta a ti, mi ángel. Luke es bueno, se parece mucho a ti ve bondad donde nadie más puede verla y también Leia es tan determinada por lucha por el bien de la galaxia. Se que le hice mucho daño que le tomará tiempo para perdonarme, pero lo hará, ella es tan maravillosa como tú

En eso Vader siente una gota resbalar por su mejilla mientras veía que su hijo, estaba llorando.

Alguien está llorando por mí, y no es cualquier persona. Nuestro niño esta llorando por mí. No por mis crímenes, no por los que he asesinado, no por lo que le he hecho a él y a su hermana, sino solo por mí

Te amo, Ani -susurro, y acariciando la mejilla.

Yo también te amo, Padme -susurro él.

¿Vienes? -pregunto Padme.

-respondió él en su mente.

En eso se queda viendo fijamente a Luke, dándole una pequeña sonrisa.

Adiós, hijo. Dile a tu hermana que tuviste razón todo este tiempo -dijo él despidiéndose de Luke.

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