Un Ben Solo de seis años, comía con cada bocado su cereal, sus padres tenía que recordarle que comiera con calma mientras su madre le sonreía. Pero, ¿Cómo podía comer un tranquilo cuando hoy era el día que iban a pasar todo el día junto a su mama? Muchas veces su madre trabajaba temprano y llegaba tarde a la casa, pero hoy tenía el día libre y llevaría a Ben al centro comercial, solo ellos dos durante todo el día.
Finalmente, la familia Solo termino de comer y Ben y Leia se prepararon para irse al centro comercial.
¿Estás segura de que puedes manejarlo tú sola? -preguntó Han preocupado.
Han, me ocupo de las disputas galácticas en el senado a diario, creo que puedo manejar un día libre con Ben. Además, necesitas un merecido descanso -contesto Leia confiada.
¿Pero qué se supone que debo hacer sin ti? -preguntó haciendo un puchero mientras la abrazaba.
¡Lo que tú quieras! -dijo Leia, depositándole un beso en la mejilla para deshacer el abrazo- Come, duerme, relájate, pero no te emborraches -advirtió con una sonrisa.
Ben se río, por la pequeña y divertida pelea de sus padres.
No te preocupes papá, volveremos pronto -contesto el pequeño con una sonrisa.
Lo sé, chico -dijo Han, revolviendo sus cabellos con una sonrisa- Tu y mamá se divertirán juntos y siempre puedes márcame si algo anda mal
En el centro comercial Ben tomó la mano de Leia y la llevó a la tienda arcade, saltando de emoción por jugar y ganar premios.
¡Vamos, vamos! -grito mientras conducía a su mama por los pasillos de juegos que no parecía terminar. La música y el sonido de los distintos juegos, combinados con la risa de los niños y las palabrotas de los jugadores mayores, el ruido era fuerte pero no irritante- ¿Podemos ir a las máquinas de juego?
Claro -contesto Leia, Ben tiro de ella hasta las máquinas y le entrego una moneda a su hijo- Vamos a jugar juntos
Madre e hijo insertaron sus monedas en máquinas, lo que provocó que se escuchara una música alegre iba de maquina a máquina jugando, y a pesar de los intentos de Leia de moderar su puntaje para que Ben tuviera la oportunidad de ponerse al día, ella termino ganando doscientos puntos, mientras que Ben termino con solo setenta puntos.
Ben hizo un ruido lo que significaba que estaba a punto de romper a llorar.
¡Ben, Ben! Cariño -dijo Leia rápidamente, agachándose al nivel de su hijo y entregándole sus boletos- ¡Mira, te puede quedar con mis boletos! ¿Quieres jugar de nuevo y ver si puedes conseguir más boletos? -pregunto ella, las mejillas de Ben se hincharon mientras negaba con la cabeza- Vamos, cariño -dijo sin evitar que su voz se volviera desesperada- ¡Cuantos más boletos ganes, conseguirás más premios!
¡NO PUEDO HACERLO! -grito el pequeño estallando en sollozos.
Es como dice, el tío Luke ¡Practica, practica, practica! -dijo ella animando a su hijo.
Leia suspiro, saco un pañuelo de papel del bolsillo y le secó los ojos y la nariz a Ben.
Vamos, ¿Te gustaría seguir jugando? -pregunto, Ben sollozó de nuevo, agarró el pañuelo y se sonó la nariz, pero después de unos momentos, asintió levemente.
¡Ese es el espíritu! -dijo Leia, sonriéndole a su hijo.
Jugaron varios otros juegos antes de dirigirse al mostrador de premios, Ben pudo conseguir más boletos los cuales cambió sus boletos por un par de juguetes de mini naves estelar y una espada de luz.
¿Quieres algo? -preguntó Leia cuando salieron del salón de juegos.
Helado -contestó Ben, con una gran sonrisa.
¡Helado será! -exclamo Leia sonriendo.
Tomo la mano de su hijo y se dirigieron a la heladería con el gran cono de colores del arco iris iluminado sobre el cartel, Ben ya estaba sonriendo a los recipientes de diferentes sabores que se guardaban debajo del vaso, cada uno marcado con un pequeño texto que describía el sabor.
¿Qué te gustaría, Ben? -pregunto Leia mientras Ben presionaba su rostro contra el cristal.
Hmmmmm -dijo Ben pensando- Hmmmmm, ¿Qué tal...Chocolate?
Buena idea -respondió Leia antes de dirigirse al vendedor- Dos tazas de chocolate, por favor
Está bien, ¿Les gustaría agregar algún aderezo? -dijo el vendedor, sonriendo a Ben.
Claro, ¿Cuál quieres Ben, sprinkles, caramelo, nueces? -pregunto Leia.
Nueces, no -dijo Ben- Soy alérgico
De repente, a Leia se le paro el corazón.
Espera que dijiste cariño -dijo Leia desconcertada.
Soy alérgico a la nueces -repitió Ben antes de mirar al vendedor- Chipas de chocolate, por favor
Está bien -dijo el vendedor, si se dio cuenta de que la propia madre de Ben no sabía que era alérgico a las nueces, no lo demostró- ¿A tu mama le gustaría lo mismo?
Si -murmuró Leia, aunque no podía darle la mirada al vendedor.
En la noche llegaron a casa, Han tomó a Ben en sus brazos como si hubiera pasado años desde la última vez que se vieron en lugar de unas pocas horas. Después de sofocar a su hijo en besos.
¿Cómo estuvo su día? -pregunto Han.
Ben estaba ansioso comenzó a redactar cada detalle de la salida. Leia, sin embargo, se dirigió silenciosamente a la sala de estar y se dejó caer en el sofá dando un gran suspiro.
¿Mamá? -hablo Ben, y Leia miró de arriba y vio a Ben de pie junto a ella, agarrando las mini naves estelares- Mami, ¿Por qué no estas sonriendo?
Leia tragó saliva, queriendo forzar una sonrisa, pero dándose cuenta de que no tenía sentido.
Lo siento, cariño. Yo solo... Quería darte un gran día e hice todo mal -dijo Leia decaída.
No, no lo hiciste -dijo Ben.
¡Sí, lo hice! No sabía que eras alérgico a las nueces, te hice llorar en el arcade, soy una pésima madre, todo salió mal -confeso Leia más decaída de lo que estaba.
¡Mami, me divertí! -exclamo Ben saltando al regazo de su madre y abrazándola del cuello- ¡Quiero hacerlo de nuevo!
Sí -dijo Han, entrando en la habitación y sentándose junto a su esposa- Me estaba diciendo Ben lo mucho que se divirtieron
Pero lo hice todo mal -dijo Leia confundida.
Oye -hablo Han, poniendo su mano en el hombro de su esposa- Crees que siempre lo hago todo bien, tengo mis errores como padre, no sabía que era alérgico a las nueces, lo descubrí cuando hicimos un picnic se me ocurrió darle nueces y se enfermó ¿Cómo crees tú como me sentía después de eso?
Si, mama -dijo Ben- Papa se puso muy triste y preocupado cuando me enferme, recuerda, dijiste ¡Practica, practica, practica! -termino de decir para besar la mejilla de su madre.
Leia dio un respiró hondo, abrazo a su hijo y devolviéndole el beso en la mejilla.
Tienes razón -dijo ella dándole una sonrisa a su familia.
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Star Wars♡Stories
FanfictionEs un libro de One-shot algunos tendrán contenido para adultos, tambien sobre diferentes situación, parejas y finales alternativos, etc... Espero que les guste.