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38. EL SUSURRO DE UN ÁNGEL 《VADERDALA》

Anakin... Anakin... Anakin... -susurraba una voz cálida y dulce.

Un sudor frío recorrió por el cuerpo de Darth Vader cuando una voz lo saco de su sueño inquieto. Era ella, parecía suplicarte, pero era demasiado tarde para que la ayudara. Ella se fue. Lord Vader se volvió acomodar en su cápsula de meditación y trato de nuevo conciliar el sueño, pero le fue imposible.

¿Padme? -dijo con voz triste y melancólica.

Una lagrima corrió por la mejilla de Vader, picando su sensible piel con cicatrices. Ella a pesar de los años desde su muerte sigue siendo todo para él. Sin embargo, a pesar de todo el poder que le dio el lado oscuro, Vader tuvo que admitir que sentía un vacío en los restos de su corazón roto. Presiono un botón en el pequeño panel de su cápsula mostrado una imagen de la ex reina de Naboo.

Anakin

Padme... -susurró Vader el nombre prohibido una vez más- Te echo de menos -volvió a susurrar con melancolía. En su mente, recordaba los eventos en Mustafar que le había arrebatado a su esposa. Ella se había derrumbado a sus pies.

Anakin...

¿Por qué no me escuchaste? -grito con rabia ante la aparición fantasmal. Su puño se estrelló contra el panel de control insertado en la silla- ¡Deberías estar viva! ¡Deberías haberme escuchado! ¡Entonces todo estaría bien!

Anakin... -esta vez la voz suave no lo enfureció, sino sintió calma y paz a través de su cuerpo.

Mí ángel -susurro Vader asombrado mientras la imagen de la mujer más hermosa de la galaxia llenaba su mente. Los ojos amarillos de Vader rápidamente se desvanecieron a su azul natural y soltó un sollozo ahogado mientras anulaba su respirador- ¿Por qué? -cuestiono Vader sus acciones y la muerte de Padme.

Te amo de verdad, profundamente -dijo ella mientras lo miraba con sus ojos marones que te llegaba hasta el alma.

Te extraño tanto -grito Vader, ahogándose un poco con sus palabras.

Todo lo que quiero es tu amor... Ven conmigo... -dijo ella con amor.

Vader negó con la cabeza lentamente.

Es demasiado tarde para mí... -confeso con tristeza- Mi ángel

Ven conmigo -la voz fantasmal suplico una vez más.

Vader no respondió al fantasma mientras luchaba sin descanso con sus pensamientos turbulentos. Tendría que irse por ahora con la tarea incompleta, pero no quería ver sufrir a su marido, comenzó cantar susurrando en su oído con amor a su marido.

A Vader le tomó mucho tiempo en calmarse, pero el leve sonido relajante llenaba su cabeza lentamente lo ayudo a volver a dormir.

Descansa, mi amor -susurro tranquila besando sus labios, cuando la tensión abandono en el rostro de su amado.

La voz etérea se desvaneció en la fuerza una vez que su esposo se durmió, pero no antes de amenazar la oscuridad que lo mantenía cautivo.

Lo sé, todavía hay bondad en ti -susurro suave en el oído de Vader, expresando sus razones para acudir a él.