—No puede ser, Carla me matará.
Y si no lo hacía ella, lo harían sus padres.
La noche anterior todo había sucedido tan rápido y estaba tan oscuro que no reparé en el aspecto en que tendría el auto cubierto de sangre, pero a las dos de la tarde sin duda alguna parecía sacado de una película de terror. El asiento trasero estaba cubierto completamente de manchas rojas, el olor de este tampoco era muy agradable y no sabía qué podía hacer con ello. Tenía que pensar rápidamente, debía llegar al trabajo a pedir disculpas por mi falta de responsabilidad y después mirar cómo salir de todo el lío en que me metí en menos de veinticuatro horas.
Genial Clare, lo estás haciendo excelente.
Sentí mi teléfono vibrar y noté que era una llamada de mi jefe. Respiré hondo y me di ánimos para contestarle.
—¿Clare?
Aquí vamos.
—Sí soy yo, lamento no haber llegado a las once en punto al trabajo, es que anoche sucedió un accidente y me salió un contratiempo y ha sido un caos no he podido...
—¿Qué? ¿Qué paso? tranquila, toma un respiro y cuéntamelo con calma.
Agradecí que detuviera mi vómito verbal antes de que siguiera haciendo el ridículo y le hice un resumen muy breve— por no decir que omití muchísimas cosas— sobre lo que sucedió.
—¿Así que llevaste a un amigo al hospital? ¿Y te quedaste toda la noche?
—Sí, así es. —técnicamente no era una mentira como tal, así que me mordí el labio inferior mientras continuaba con el interrogatorio.
—Ya veo, entonces es mejor que te tomes unos días ¿de acuerdo? ya le pedí de favor a mi hijo que nos ayudara con la tienda, así que finaliza con tus cosas sin presión.
Suspiré de alivio cuando finalizó la llamada. Los señores Brown, eran una pareja bastante amable y mayor que me acogió cuando mis padres fallecieron y ninguno de mis familiares quiso hacerse cargo de mí. Y aunque no tenían una gran solvencia económica me dieron empleo y un lugar en donde quedarme. Volví a mirar el asiento y sentí algo extraño en la boca del estómago, como ese malestar que te da cuando algo te está ocasionando demasiado estrés.
Me senté en la acera y medité en lo siguiente que haría.
El ruido de unos platos quebrándose me sacó de mi propio mundo y corrí al interior del lugar para saber que ocurría. Lo primero que noté fue un celular estrellado contra el suelo y un vaso de agua roto.
—¿Qué pasó aquí?— le cuestioné sorprendida. Me agaché rápidamente para evitar que el agua alcanzara el aparato.
Cuando lo levanté miré que la pantalla estaba completamente rota y cuanto intentaba encenderlo este no respondía.
—Creo que lo arruinaste.
—No te preocupes, ya no funcionaba desde antes.
Por alguna razón me sentí culpable por eso, no había revisado siquiera si la pantalla encendía al momento de dárselo.
—Lo siento no me di cuenta de eso.
—No tienes por qué sentirte así, además soy yo quien lo siente. —Señaló hacia mi dirección— Hice un montón de destrozos al querer alcanzar el agua por mí mismo.
Joaquín entró justo un segundo después.
—Tal parece que ya te sientes lo suficientemente bien como para crear tanto caos.
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Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]
RomanceTodo comenzó aquel día en el que el gran juicio y moral de Clare, no le permitieron abandonar a un chico de su inminente muerte. Esta es la historia de cómo una chica le salva la vida al heredero del clan Eloy, el más famoso clan de mafia de Estado...