Parte 2. Capítulo 26

287 25 0
                                    

—Qué bueno es ver que ya te encuentras mejor—declaró la tía Eloísa, quién me visitó acompañada de la abuela Gisela y Bruce, su hijo.

Seguía sintiéndome bastante extraña con ellos alrededor y suponía que debía ser lo mismo para los demás, ya que aunque Natalia y Max me contaban cuando pasaban por mi habitación para preguntar por como estaba, nunca se animaban a cruzar el umbral. Resultaba muy incómodo aún para todos empezar a tratarnos de una manera más cariñosa o unida, por lo que apreciaba que me dieran el espacio suficiente como para no sentirme abrumada por la situación.

—¿Qué ha pasado con el tío Patrick? ¿Ha habido algún progreso en estos días?

Observé como el semblante de Eloísa se endurecía, mientras que Gisela se ponía pálida. Entendí que no fue la mejor manera de sacar a colación el tema, pero todos los presentes comprendían que era normal que tuviera curiosidad de saber qué había sucedido con la persona que casi termina con mi vida.

—En este momento está siendo interrogado, lo tienen detenido desde el día del incidente y están verificando las pruebas que presentamos junto con las del empleado de la compañía que se presentó en tu nombre.

Con el empleado, supe rápidamente que hablaban de Alexander y me moría por preguntar cómo se encontraba. De seguro no debía ser fácil para él tener que lidiar con aquello en soledad, y eso me causaba un poco de pesar. Hacía tiempo habíamos acordado enfrentarnos juntos en la hora de la verdad, y me urgía salir lo más pronto posible de ahí para poder cumplir con mi promesa.

—No te preocupes demasiado por eso, nosotros nos estamos encargando de todo. Haremos que paguen todo el daño que te han hecho a ti y a la familia.

Eloísa se veía bastante más cansada que la última vez que nos miramos, tenía grandes ojeras debajo de sus ojos y supe de inmediato lo difícil que debía ser lidiar con eso ella sola. Se suponía que sería yo quien tuviera que cargar con el proceso, pero las cosas se salieron de control y no pude evitar verme involucrada.

—¿La abuela se está quedando en la mansión?

Le pregunté luego de que esta tomara asiento un poco más atrás. Bruce estaba a su lado brindándole soporte, la mención de su hijo la había puesto terriblemente mal y los presentes preferimos que ella descansara un poco del tema y nos dejaran conversar solamente a mí y a Eloísa.

—No. Aún es demasiado arriesgado volver a ese lugar. Aunque Celia, quién estaba en la mansión en aquellos momentos, fue detenida, temo decir que aún no encuentran ni a Brandon ni a Abigail, y no se sabe que puedan estar tramando para salir de esto. Así que Gisela está temporalmente en mi hogar.

La situación era tan complicada que la cabeza comenzaba a palpitarme, Eloísa notó la incomodidad en mi rostro y me preguntó si estaba bien.

—Sí, no te preocupes—aseguré—. Es simplemente que muchas cosas pasaron de repente. Nunca esperé que la oportunidad de arrestar a mis tíos se presentaría tan pronto y de esa manera. Ahora siento como si todo se viniera encima de mí y no pudiera detener la avalancha.

Ella asintió, haciendo ver que comprendía de lo que hablaba y en verdad esperaba que fuera así o me volvería loca.

—¿Te ha dicho el doctor cuando puedo salir de aquí? He intentado preguntar, pero no ha querido decirme mucho. Dice que no es bueno que los pacientes se estresen por eso.

Deseaba argumentarle cada vez que lo veía, que el dejarme en la oscuridad sobre mi condición simplemente acrecentaba mi estrés y que no me estaba ayudando en nada, pero siempre abandonaba la habitación antes de darme oportunidad de decirlo.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora