Capítulo 10

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—¿Yo? —respondí más perpleja de lo que la ella se encontraba. —Me llamo Clare.

Mis pies estaban anclados al suelo sin permitirme moverme.

—Eso no es lo que quise decir cuándo te pregunté quién eras. —espetó mientras me dedicaba una mirada cargada de odio. —¿Qué haces aquí? ¿Caleb te invitó?

¿Caleb? ¿Quién demonios era Caleb?

—Mira en serio no sé de qué estás hablando y mucho menos conozco quién es ese chico llamado Caleb. —intenté excusarme sin tartamudear, su actitud hacia mí no me tenía demasiado contenta así que decidí no ser más condescendiente con ella. —Elliot me invitó.

—¿Elliot? —Noté la confusión en sus ojos, algo que me hizo trastabillar y sentirme insegura.

Genial Clare, sólo hace falta que te haya mentido y ni siquiera se llame Elliot.

—¿Julia?

Hablando del rey de roma.

Era casi como si Elliot tuviera un reloj mágico llegó en el momento indicado para aclararnos qué estaba sucediendo.

—¿Ocurre algo malo? —volteó a verme con el ceño fruncido y decidí apartar mi vista de él. —No esperaba tu visita en mi casa.

Julia estaba demasiado desconcertada como para articular una respuesta.

—Si venías en busca de Caleb, me dijo que vendría en un rato más. —Elliot se dirigió a mí. —Julia es la novia de Caleb uno de mis amigos, supongo que le sorprendió verte en mi casa, yo no suelo traer chicas conmigo.

Tuvimos uno de los silencios incómodos más largos de la historia, hasta que por fin le escuché toser y miré como se relajaba.

—Disculpa es como Elliot dice, Caleb me avisó que estaría aquí y cuando te vi pensé que era una chica que él había traído consigo o algo por el estilo, por eso me puse a la defensiva.

La castaña sonrió y aprecié la tonalidad rojiza que adquirían sus mejillas, sin duda estaba apenada por la forma en que me trató, sin embargo, la entendía y era bastante certero declarar que yo en su posición tal vez hubiese actuado de la misma forma.

—No te preocupes.

—¿Clare verdad?

Asentí.

—Bueno, será mejor que me vaya y los deje terminar su cita, en serio lo lamento por todo. —Julia comenzó a caminar hacia atrás, sin duda impaciente por salir de esa embarazosa situación. —Si necesitas algo vivo a dos puertas. —señaló detrás suyo para luego desaparecer tan rápido como llegó.

—Vaya. —fue lo único que salió de mi boca.

Elliot comenzó a reír y enarqué una ceja.

—¿Qué? —curioseó este al mirarme. —Debes admitir que fue hilarante. Contigo siempre pasan cosas cómicas e inesperadas bonita.

Cuando quiso pasar le golpeé ligeramente el pecho con mi hombro.

—Puedo decir lo mismo de ti. Nunca sé que esperar.

Alzó los brazos y me enseñó las bolsas de comida.

—En este momento una buena cena.

Aun después de todo aquel incidente, la noche estaba yendo de maravilla. Elliot era sin lugar a dudas un chico muy carismático y ya no se sentía tan inalcanzable como me había parecido al principio.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora