Parte 2. Capítulo 27

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—Hola, Clare.

Dijo Alexander plantándose frente a mí. Me sudaban las manos del nerviosismo y tenía la garganta seca, no sabía que decir. Dirigí fugazmente la mirada hacia Elliot quien no parecía muy contento con la visita, deseé que se abstuviera de decir algún mal comentario y que simplemente nos diera la privacidad que necesitábamos, pero como siempre, eso era demasiado pedir.

—Buenas tardes, ¿se puede saber quién eres?

Preguntó Elliot en un intento fallido de parecer cortés. Al parecer no era la única que notó su poco entusiasmo y Alexander lo ojeó con cara de pocos amigos. No era nada placentero estar atrapada en una camilla de hospital sin poder hacer nada para aligerar el ambiente.

—Eso mismo me gustaría preguntarte a ti. Clare nunca mencionó que tuviera un hermano.

Alexander debía de saber a esas alturas quién era Elliot o por lo menos tendría una idea, sin embargo, no era el tipo de persona que admitiría la derrota tan pronto entra a contienda. Así que preferiría molestar a Elliot todo lo que pudiera, lo cual no me ponía para nada contenta.

—No, no soy su hermano.

—¿Entonces? ¿Eres su novio o algo por el estilo?

La temperatura descendió drásticamente después de que formulara aquella pregunta que era un tabú entre nosotros. Elliot lo miró como si quisiera tirarle su perfecta dentadura de un puñetazo.

—No, no somos pareja.

Algo me decía que ojos verdes estaba frustrado por tener que admitir nuestra situación en voz alta, pero no había forma que declarara que yo le pertenecía porque ambos comprendíamos que no era así. Él fue quien decidió seguir con aquel absurdo compromiso con Anastasia y yo no tenía ganas de ser quién sacara a Alexander del malentendido. Esperaba que Elliot también sufriera un poco de su propia medicina y por esta vez, me puse del lado de Alex y le seguí el juego.

—Elliot es un amigo íntimo mío—dije y los dos posaron su atención en mí—. Me ha estado cuidando desde lo del accidente.

—Ya veo—respondió Alexander casi al borde de la risa—. Creo que es algo bastante noble y bueno de su parte, me alegra que tengas amigos como esos.

—Muchas gracias.

Alexander y yo estábamos pasándola increíble molestando a Elliot, puesto que no sabía nada referente a mi jefe, ni que lo había rechazado hace algunos días por su culpa. Agradecía de todo corazón que Alex fuese tan genial como para no querer vengarse de mí por decirle que no, y que además, estaba ayudándome. Realmente creía que era una pena no poder corresponderle, pero desafortunadamente, uno no mandaba en sus sentimientos. Cuando es el indicado, simplemente lo sabes y ya.

—Elliot, ¿podrías dejarnos un momento? Necesitamos hablar de un asunto en privado.

Sonreí como si no estuviera enterada de su estado de ánimo. Elliot parecía que podría escupir fuego por la boca, no obstante, simplemente asintió tragándose cualquier emoción negativa que estuviera llenándolo.

—Volveré en diez minutos, espero hayan terminado para entonces.

Salió de la sala, siendo consumido por la ira y Alexander me miró con suspicacia.

—Vaya temperamento.

—Créeme que ni yo lo había visto así—bufé—. Pero tampoco es como que le diera motivos para nada.

—Al parecer tu situación sentimental si está más jodida de lo que quise aceptar.

—Te lo dije. Me lo ibas a agradecer.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora