Parte 2. Capítulo 22

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El casamiento estaba a punto de comenzar y Elliot acababa de llegar. Se encontraba parado frente a la entrada y miraba en todas direcciones. Sostenía el pequeño bolso de mano que Natalia combinó con su atuendo y presentí mis manos sudar, debido al gran nerviosismo que me invadía.

—Basta, deja de lucir tan alterada—me dijo Max al oído y lo aparté de un manotazo.

Me acordé del día del ensayo y sentía que la escena se volvía repetir. Estaba bastante cansada de siempre actuar de la misma manera con Elliot. Ya no deseaba seguir con ese tira y afloja, donde no dejábamos de vernos pero tampoco queríamos estar muy cerca el uno del otro. Sino fuera porque tendríamos que llevar a Carla en unos momentos al altar, lo hubiera llevado conmigo hacia otro lado, sin embargo, soporté todas mis ganas de hacerle frente y solamente le sonreí. Tampoco buscaba reprocharle y hacerlo sentir mal, ya que ya había sufrido suficiente y no quería acrecentar la carga emocional que llevaba. Lo observé un poco más de cerca y se me fue el aliento, se me veía demasiado guapo. Elliot tenía toda esa aura de seducción a su alrededor que me complicaba respirar. Era muy fácil caer en sus redes y dejarle encandilar por su atractivo.

—Qué bueno que todos están acá—pronunció mi amiga con lágrimas en los ojos.

Lo cierto era que Carla se veía bellísima. Su vestido ceñido y cola larga, la hacían lucir espectacular, se veía bastante entusiasmada y su mirada brillaba de alegría. Cualquiera podía notar lo contenta que estaba por casarse y lo mucho que le hacía ilusión comenzar una vida al lado de Esteban. Aquel hombre era un viudo que había sufrido demasiado en su vida, pasó de ser el socio extraño del padre de Carla, al hombre que nos financió la salida a un club privado y luego escaló a volverse el amante secreto de ella.

Poco después de comenzar aquella relación, se dieron cuenta que desarrollaron sentimientos más allá de lo físico y pese a la negativa de ambos en formalizar, el amor les ganó y terminaron comprometiéndose. Su historia era tan complicada y dramática, que bien podrían escribir un libro acerca de ella. Pero si existía algo muy triste para Carla, era que sus padres al final jamás hicieron acto de presencia. Natalia y yo deseábamos creer que ellos tomarían la decisión de apoyar a su única hija y no alejarse, sin embargo, al parecer resultó más importante para ellos no perder su dignidad ni prestigio haciendo como que ella estaba muerta. Le había perdonado a lo largo del tiempo muchos escándalos y problemas, pero que se casara con un hombre tan mayor y con tan mala reputación les pudo más que su amor, y simplemente decidieron ignorar todo de ellos.

Carla entendía mejor que nadie como me sentía cada vez que pasaba el tiempo en casa de Natalia, pues ella experimentaba lo mismo. Ella deseaba que sus padres la apoyaran tanto como los de Nat, y yo simplemente quería que los míos siguieran con vida.

—No te abandonaríamos en un día tan importante—declaré—. Ya verás que serás muy dichosa.

Y lo decía de corazón. En verdad pensaba que Esteban se encargaría de hacerla feliz cada día de su vida y eso me dejaba un poco más tranquila. Me llenaba de dicha saber que la gente que quería tenía unas buenas vidas. Y era por eso que no me sentía capaz de simplemente ignorar la situación de Elliot y permitirle hundirse, intentaría cualquier cosa con tal de ayudarlo a salir del abismo en el que se encontraba.

La ceremonia dio inició y todos nos posicionamos en el lugar que nos correspondía. Las pequeñas sobrinas de Esteban por parte de su medio hermano, tomaron el vestido de Carla. Otra de las cosas que ella hizo por su futuro esposo fue arreglar la casi inexistente relación que poseía con su joven madrastra y sus medios hermanos. Si bien el sentía que ella era más como una especia de hermana y eso convertía la situación en algo un poco bizarro, por lo menos ya no pasaba de ella ni la trataba mal. Ahora la respetaba lo suficiente como para aceptar sus invitaciones a cenar y Carla también era incluida en esos planes. Todo transcurrió según lo planeado y cuando el padre pronunció las palabras tan emotivas y esperadas en las bodas, todos los invitados aplaudieron.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora