Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]

Parte 2. Capítulo 24

Nuevamente las palabras de Elliot resonaron en mi cabeza. La mirada fría que me propició y la manera en que se marchó después de llamarme cobarde, eran las alertas que me mandó para que tomara rápido una decisión. Entendía que en esa situación sería normal sentirse triste y devastada, pero lo único que fluía en mi interior era la ira. Me resultaba poco realista todo aquello, ¿Cómo podía hacer oficial su compromiso si días antes me había pedido irme con él? ¿Acaso fueron palabras vacías? Convertí mis manos en puños para contener la rabia.

—Te llamo después.

Le dije a Carla minutos después de quedarnos en silencio. Sabía que ella me entendería, por lo que decidí que no era necesario darle más explicaciones o detalles de lo que pasaba por mi mente antes de colgar. Caminé en círculos por la habitación, meditando cual debería ser mi siguiente movimiento. Detestaba que todo se estuviera viniendo abajo. Justo cuando tenía las pruebas suficientes para proceder contra Patrick, sucedía lo de Elliot. ¿Cuál sería la elección correcta? Tenía que actuar cuanto antes y arreglar ambas situaciones, si no terminaría perdiéndolo todo, y no estaba dispuesta a ello. Me costó bastante aceptar que aún sentía cosas por él como para volver a perderlo por un malentendido, y lo único que me frenaba de ir a su casa y pedirle que se quedara conmigo era la incertidumbre de no saber cuánto tenía que sacrificar para estar a su lado. En la boda de Carla el me habló de fugarnos lejos, ¿eso significaba que debía renunciar completamente a mi venganza y a mi herencia? Me mordí el dedo pulgar para calmar mis crecientes ansias. Volteé en dirección al balcón y rememoré la escena de la fiesta de Abigail. Fastidiada por tener que pensar en eso justo en aquel momento, tomé el cojín que estaba a mi lado y lo tiré contra la pared, no importaba que hiciera, siempre vendría Elliot a mi mente.

—Tengo una idea—murmuré minutos después mientras tomaba mi bolso para salir corriendo de la mansión hacia el lugar planeado.

Alexander llegó justo a la hora acordada a la oficina del detective privado. Le había mandado un mensaje diciéndole que tenía algo urgente que tratar y que necesitaba su presencia cuanto antes. Pensé que tal vez se negaría debido a lo abrupta de mi petición, pero contrario a mis expectativas, aceptó casi de inmediato. Llamó a la puerta después de que los de seguridad lo identificaron y nos saludó a ambos de manera formal.

Mi plan era comenzar a organizar la caída de mis tíos de una vez. Faltaba muy poco para que me otorgaran mi porcentaje de la empresa y tendría el poder necesario para terminar con este asunto de una vez por todas. Así que quería poner todo en marcha para deshacerme de ellos lo antes posible. Saqué el disco que la tía Eloísa colocó debajo de mi plato y se lo entregué al detective. Me sorprendí bastante que cuando estaba por marcharme, miré algo brillar cuando la luz del sol le pegó y descubrí lo que era. La miré confundida y ella no dijo nada al respecto, entonces supuse que esta era su manera de afirmarme que las paredes tenían oídos y que probablemente no sería buena idea que ella me acompañara en todo el proceso, así que asintiendo lentamente, lo puse en uno de mis bolsillos y salí de ahí. Entendí que era más seguro si ella no se metía más de lleno en esto, debido a que atraería más atención de la necesaria, ya que a todos les resultaría demasiado extraño que la mujer que llevaba despreciándome a mí y a mis padres desde que tengo uso de razón de repente se la pasaba conmigo. Y más de uno sacaría la conclusión de que nos estábamos aliando para tener el mayor porcentaje de acciones y poder tomar el control de todas las decisiones en las juntas directivas de la empresa. Lo cual no estaba muy alejado de la realidad pero no había necesidad de que los demás estuvieran enterados, ni tampoco le dejaría a Patrick y Celia prepararse para la masacre. Los agarraría desprevenidos y los haría pedazos.

—Les pido por favor que vayan revisando esta información que recopilé con todo lo que me han enviado hasta el momento. Necesito que sean conscientes de todo y sobre todo, que estén de acuerdo de que esto salga a la luz.