Todavía recordaba las últimas palabras de Elliot antes de que me acompañara en busca de Cristóbal. Nuestra conversación no duró más de diez minutos y aun así fue lo suficientemente crucial como para destrozarme por completo.
Quería tomarlo del brazo y rogarle sin cesar para que no arruinara la oportunidad que teníamos de por fin estar juntos, pero sabía que en el fondo, esto era todavía más difícil para él, así que no me atreví a seguir siendo egoísta y simplemente lo dejé ser.
Me tragué todo el dolor y la aflicción que me embargaba, y decidí que era mejor idea conducirlo hasta nuestro escondite. Dentro de todas las malas noticias, me alegraba enormemente que hubiéramos llegado justo a tiempo para auxiliar a Cristóbal. No conseguía las palabras adecuadas para agradecerle por lo mucho que me protegió y veló por mi bienestar, aun cuando estuvo al borde de la muerte todo el tiempo. Deseaba que pronto despertara para visitarlo, y no pude evitar sonrojarme cuando Caleb me halagó por mis increíbles primeros auxilios en nuestro camino a la residencia.
Los doctores exclusivos del clan, que se estaban encargando de operarlo, no habían perdido la oportunidad de señalar mi esfuerzo también, lo que me hacía querer esconder mi cabeza debajo de una piedra, para alejarme de toda la vergüenza que me estaban haciendo pasar. Yo no era ningún tipo de heroína o persona súper poderosa, simplemente estaba consciente que alguien necesitaba actuar en las situaciones de riesgo y al parecer estaba destinada a ser yo. Y tampoco era tan ilusa como para no pensar que desde la vez que decidí tomar venganza, estaría envuelta en ese tipo de instancias de riesgo, por lo que nunca dudé en invertir en mi preparación. Y verdaderamente estaba aliviada por haber sido así de precavida. Porque si no hubiera sabido qué hacer, él ya no estaría entre nosotros.
Volteé a ver nuevamente mi ropa repleta de sangre y me quedé sentada en el sofá, sin la energía suficiente de subir a despojarme de toda la suciedad. Aunque Elliot me advirtió de Anastasia y que ya estaba al tanto de mi existencia, decidió que la mejor opción era llevarme de vuelta a casa con ellos. Probablemente no habría otro sitio más seguro para mí, y aunque yo no quería volver a pisar el sitio que se volvería el futuro hogar de otra mujer, estaba demasiado cansada como para discutir y necesitaba de un baño en un sitio donde nadie me reconociera y fuera a sospechar de mí. Lo único bueno de que Elliot aceptara el matrimonio, era que su prometida se tranquilizó y no armaría un escándalo porque pasara una última noche en su residencia. Y no porque confiara en el amor de él hacia ella, sino que sabía a la perfección que había ganado. Suspiré e hice uso de toda la fuerza que me quedaba para buscar mi habitación, todo lo que deseaba era tener una botella de ron a mi lado para beber, pero lo único que obtendría sería un buen baño y una noche de insomnio.
A pesar de que entendía que no amanecería con el mejor aspecto, tendría que obligarme a dormir tan siquiera unas horas, porque mañana no podría evitar presentarme de una vez por todas a atestiguar. La policía ya parecía desesperada por terminar con el caso y no me esperarían más. Además, ellos no estaban al tanto de que había estado envuelta en un accidente de aquella magnitud, así que menos razones tenían para ser comprensivos. Así que el abogado se vio obligado a mentir diciendo que me puse muy mal minutos antes, y que tuvo que llevarme de regreso de urgencia para que pudiera descansar. Y a pesar de todo su esfuerzo, solamente me compró veinticuatro horas más, ya que no podían seguir esperándome y dejar que mis tíos encontraran la manera de salir impunes.
Tenía demasiadas ganas de llamarles y decirles que su dedicación ya no era necesaria, pues con el arresto de mis primos y sus próximas declaraciones, tendrían todo lo que les faltaba para construir las evidencias y por fin todo ese martirio finalizaría. Así que sin poder evitar lo que ya estaba predestinado, me dirigí con mi maleta en la cajuela hacia el tribunal para cerrar el caso de una vez por todas.
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Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]
RomanceTodo comenzó aquel día en el que el gran juicio y moral de Clare, no le permitieron abandonar a un chico de su inminente muerte. Esta es la historia de cómo una chica le salva la vida al heredero del clan Eloy, el más famoso clan de mafia de Estado...