Parte 2. Capítulo 19

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—Vamos Clare, pronto llegará y necesitas dejar de actuar como una novia resentida.

Escudriñé a Max, nada contenta con su comentario.

—No estoy actuando así.

—Claro que sí y lo sabes.

Estuve a punto de refutarle que eso era una completa mentira, pero no pude hacerlo ya que la organizadora de eventos llegó para darnos indicaciones. Era el día del ensayo de la boda de Carla y yo seguía sin estar preparada para encontrarme con Elliot. Aunque pensé que ocultaba a la perfección que estaba molesta con él por no contarme nada de Anastasia, al parecer no era así, ya que Max se dio cuenta rápidamente. No era como si no comprendiera que Elliot no tenía ninguna necesidad de hablarme de su vida personal, pero de todas formas me indignaba pensar en la cantidad de cosas que hice con un hombre comprometido. Cada vez que recordaba cómo sus manos recorrían mi cuerpo y los dos encuentros calientes que tuvimos, me hervía la sangre y no precisamente de deseo, sino de rabia.

—¿Cómo estarías tú si te enteras que estuviste manoseando a un chico con novia?

—¿Y quién te dijo a ti que ellos tienen una relación seria?

—Están comprometidos Max, por Dios. Tú mismo me lo dijiste.

—Te conté que eso es lo que se dice entre el círculo social de Elliot y nuestros padres, es algo así como un secreto a voces, pero nunca nadie ha escuchado al heredero Eloy confirmarlo.

Me llevé el pulgar a la boca y lo mordí. Max me descubrió y rápidamente me apartó la mano para que dejara de lastimarme.

—Debes quitarte ese hábito. Pronto comenzarás a morderte las uñas y jalarte el cabello.

—No estaría así de estresada de haber sabido todo esto desde que me lo encontré por primera vez. Debí suponerlo luego de que los vimos juntos en el restaurante.

—Clare, ¿Por qué siempre tienes que darle tantas vueltas al asunto? No es como si no supiéramos que Anastasia persigue a Elliot desde hace años. Nunca he conocido a nadie más perseverante que ella, y supongo que para él es más fácil tan solo dejarse llevar por sus trucos y evitarse la fatiga de tener que estar evadiéndola.

Pensé detenidamente en las palabras de Max, pero seguía sin parecerme suficiente justificación. Al final, terminé descartándolo.

—Cómo sea, la verdad es que si no hubiera sido porque Carla me llamó demente por desear cambiar sus planes de último momento y traer a Alexander en vez de Elliot, ya ni siquiera estaría con el nudo en la panza por tener que encontrármelo de nuevo.

Y eso debía a que desde el momento que le confirmé a Carla que Elliot aceptó acompañarme a la boda, este se convirtió automáticamente en el padrino del novio. Esteban no era un hombre que tuviera muchos amigos, y la mayoría de ellos ya eran demasiado mayores como para sentirse cómodos haciendo un papel como ese, así que le tocó improvisar y tomar a las parejas de las amigas de Carla. Le había comentado a Elliot si le molestaba aquello, pero cuando dejó en claro que no, se mandaron a hacer todas las impresiones con su nombre incluido. Quise reprocharle a mi amiga por no apoyarme, pero ella decidió hacer caso omiso a mi berrinche. Así que solo pude manifestar mi enfado hacia Elliot evitando enviarle algún mensaje.

Suspiré. En serio me arrepentía de no haberle pedido a mi jefe que fuera mi pareja. Las últimas semanas había estado trabajando con él en busca de más pistas. Pasábamos tanto tiempo juntos que podría decir ya teníamos un tipo de amistad. Me sentía bastante cómoda a su lado y parecía que ser aliados nos estaba beneficiando bastante a los dos. Ya que después de acordar apoyarnos, él por fin supo que rumbo darle a su investigación y encontró algunos archivos de gastos y estados de cuenta que no concordaban con lo que Abigail y Brandon solían reportar. Mandé todos esos resultados cuanto antes a mi antiguo detective privado y le pedí que nos ayudara a recopilar más información sobre eso, así podríamos desenmascararlos cuanto antes.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora