Parte 2. Capítulo 28

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Todo parecía estar a punto de salirse de control mientras más ellos convivían Elliot luchaba con mantener la compostura y lo que creí divertido, se estaba tornando más serio de lo que imaginé. Alexander se cruzó de brazos, dándome a entender que todavía no terminaba de meterse con él, pero también estaba un poco preocupada por mi amigo, pues no tenía ni idea de quién estaba molestando. No es como si Elliot fuese de esos locos que se cegaban por los celos e iban amenazando hombres por todos lados, pero no era el tipo de persona que le disfrutara ser el entretenimiento de nadie.

—Será mejor que nos veamos en unos días—le contesté a Alexander, procurando calmar las aguas—. Te llamo cuando me avisen que día me toca testificar.

Este hizo una especie de mueca y supe que estaba decepcionado por no poder continuar con su teatro, sin embargo, respetó mi decisión y no agregó nada más. Se acercó de nuevo a mi rostro y depositó un beso en la coronilla de mi cabeza.

—Recupérate pronto. Sé que eres una mujer fuerte.

Me reí un poco ante sus palabras y levanté mi brazo, simulando enseñar algunos músculos inexistentes. El salió de la habitación sin decirle nada más a Elliot y cuando escuché cerrarse la puerta, exhalé.

—Al parecer te la has pasado bastante bien.

—No demasiado—solté un poco a la defensiva.

Realmente no comprendía cuál era su problema. Quién confesó que aún mantenía sentimientos por mí y que luego se fue a comprometer con otra mujer era Elliot, así que no sabía que era exactamente lo que estaba buscando con comportarse de esa manera tan aprensiva.

—De todas formas, ¿ese quién era? ¿Es tu pretendiente?

Quise burlarme por el término tan anticuado que usó, pero su seria expresión me indicó que no tenía ni la más mínima intención de ser chistoso, así que simplemente decidí responderle honestamente.

—Es un amigo mío.

—Parecen demasiado íntimos para ser amigos—inquirió.

—Bueno, somos muy pero muy buenos amigos.

Me encogí de hombros intentando sonar lo más normal posible. Realmente no deseaba aclararle demasiado las cosas, puesto que no pensaba dejarle el camino libre tan fácil. Ya pasé demasiado tiempo detrás de él, así que ahora le tocaba a Elliot mostrar interés por mí y hacer un esfuerzo.

—Esto no tiene gracia, Clare.

—¿Quién te dijo que yo estoy intentando serlo? —Alcé una ceja—. Además, ¿por qué tengo yo que rendirte cuentas? ¿No eres tú quién me debe una explicación primero?

Después de la mención implícita de Anastasia, Elliot se puso tenso.

—Te dije que no era el momento indicado para hablar de eso.

—Entonces tampoco es el momento de contarte sobre Alexander.

Me di media vuelta acomodándome nuevamente en la camilla y le di la espalda.

—Realmente estoy muy cansada, han sido demasiadas emociones por hoy y me gustaría tener un buen descanso antes de que nos marchemos.

Él se mantuvo en silencio durante unos minutos, hasta que por fin ordenó algunos de sus pensamientos y decidió aceptar mi pésimo estado de humor.

—Bien, vendré por ti mañana a primera hora.

—¿El doctor te dijo que ya podré ser dada de alta?

—Así es. Tendré todo preparado para ti, estará una habitación lista y tendrás toda la ropa y comodidades que necesites, así que no te preocupes por nada el día de hoy y descansa.

Enamorada del líder de la mafia [PARTE I & PARTE II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora