Correo Equivocado II (Jimin y Tú)

Capítulo 18

¿Alas?

Narra TN___

Jimin está enojado, tirado en la cama con la espalda apoyada en la almohada y la cabeza en la cabecera, aprieta repetidamente su pelota de oficina que le regalé para el estrés. 

Cenamos y Triana insistió en lavar los platos, es muy servicial y por lo que muestra, una chica educada, la dejamos quedarse.

TN___- Cepillando mi cabello en el espejo, con la ropa para dormir- ¿Por qué esa carita, amor?

Jimin- Me contradijiste. 

TN___- La chica necesita un lugar y puede que me ayude, sabe más que yo siendo una niña de diecisiete.

Jimin- No me gusta que esté en casa, cuatro son multitud.

TN___- Ah, pero no te pareció multitud cuando querías otro bebé.

Jimin- No es lo mismo.- Con el ceño fruncido y la voz elevada, lo regañé en silencio- Bien.- Susurró- Es distinto, ese bebé sería familia, no una desconocida esperando en el patio trasero de casa, además que al niño te lo haría yo.

TN___- Eres desagradable a veces.- Reí- Dale una oportunidad, siento que no es mala.

Jimin- No.

TN___- Me levanté de la silla para entrar a la cama y acostarme en su pecho- Siempre dices que la familia es lo importante, que tu prioridad somos nosotros.

Jimin- Sentía que se relajaba ante mis palabras- Sí.

TN___- Presiento que viene a ayudarnos como nadie, tiene mucho conocimiento y una bruja oscura no puede guardar su verdadero ser, no son vampiros.

Jimin- Es...es que esta es mi casa, mi lugar, no quiero a nadie aquí que no seas tú y mi hijo, y de vez en cuando a la tonta de Nella pero es otra cosa.

TN___- Cielo, eres territorial, te conozco, solo que ahora tenemos que explorar nuestras opciones, estudiarlas porque si un día todo se va al carajo no tendremos quién nos ayude.- Acaricié su mejilla- Eres mi persona favorita en el mundo. 

Jimin- Se deslizó quedando cara a cara- Y tú la única que calma este corazón bruto e impulsivo.

TN___- Trata bien a Triana, está sola como tú o yo cuando éramos indefensos. 

Jimin- No prometo nada.- Hizo una pausa- Pero lo intentaré.

TN___- Con eso me basta.- Nos abrazamos.

Mi esposo es como un perrito, territorial, más con los suyos, que alguien nuevo entre a casa lo descoloca, se siente invadido, no importa quién sea. Y a veces bastan unos abrazos, caricias para que su terquedad se calme un poco, amo verlo relajado, tiene miedo y cuando eso sucede no se controla, soy su límite.