Su nombre vale oro
Narra Jimin
El cuello de mi esposa, brazos y partes visibles de la pierna estaban regadas de una especie de tinta, un tatuaje enorme, en el pecho se distinguía fácilmente la cabeza de una serpiente, y al rededor del dibujo las orillas coloradas.
Luego de recaer mi atención a ella, volvió a mis brazos, no tenía el cuello como ella, solo mis brazos completos de tinta y sensación de horrible ardor.
Jimin- Mierda, es doloroso.
TN___- Pica y arde.- Sopló- ¿Qué es esto?
Jimin- No sé, pero al menos ya no somos niños.- Cogí su mejilla- ¿Puedes pararte?
TN___- Ya sé por qué no somos niños.
Jimin- ¿Por qué, cielo?- Del bolsillo de su saco evidenció el cigarrillo- ¿Me jodes?- Pregunté alegre.
TN___- Mientras luchabas con el gigante agarré uno.
Jimin- Eres mi heroína, preciosa.
TN___- Gracias.
Jimin- Te daré una mano y le llevaremos esto a esa niña odiosa.
TN___- Despacio que duele.
Jimin- Si, si, tú tranquila.
TN___- ¿Así duele un tatuaje recién hecho?
Jimin- Tal vez.
Hicimos el mismo recorrido de vuelta a donde la niña, esta vez nos esperaba sentada en una silla enorme, creyéndose ama y señora, aún no descubría qué era, pero lo que sí no dudaba, es que humana no era.
Jimin- Bien.- Aquí tienes el jodido cigarrillo para tu padre.
Niña- Lo tomó- Viendo quién tiene más tinta en su cuerpo, es el que más mereció el castigo por tomarlo.
Jimin- ¿De qué hablas?
Niña- Quién tome un objeto de esa vitrina o habitación será castigado junto con su cómplice, solo que el que tuvo la osadía llevará un poco más la carga.
Jimin- Ella lo hizo porque se lo pediste.
Niña- Nunca les mencioné el castigo, debieron preguntar antes.- Encendió el cigarrillo y antes de apoyarlo en sus labios.
TN___- Eres una niña, ¿Acaso no nos pediste esa jodida cosa para tu padre?- Haciendo muecas de dolor.
Niña- Les mentí.
La frase de Sidney resonó en mi mente, "Nadie miente al igual que ellos", ella nos mintió, ella... Su piel se desprendió, el cabello igual y el vestido que tenía de niña desapareció, los perros adorables que la acompañaban cambiaban de forma y si no me equivocaba, eran duendes reales de carne y hueso.
Y la niña que ya no era tal, es un horripilante hombre pequeño ya que su estatura disminuyó, igual que los otros, está fumando el cigarrillo que le trajimos.
Jimin- ¡No nos quieran ver la cara de idiotas!- Me encabroné.
Kobaloi- Exhaló el humo- ¿Salió bien la actuación de niña? Nos presento.- Se paró aún en tu corta estatura- Somos Kobalos o Kobalois, supuestas criaturas míticas, los mejores mentirosos, ladrones y estafadores.
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Correo Equivocado II (Jimin y Tú)
FanficY las plumas negras cubrieron lo que alguna vez creímos y sería una luz eterna, esas mismas estuvieron siempre ahí y no nos dimos cuenta. Nuestras alas serán abiertas dispuestas a una pelea a muerte, ¿Quién será el vencedor? No veo el futuro para de...