《073》

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Tiempo después, Luego de la pelea en el Aeropuerto y de dejar a varias personas con daño cerebral, simplemente tomé un coche y me largué, conducí, conducí y conducí, sin ningún rumbo.

Considerando que estaba en Alemania, se me fue dificil saber en donde estaba.

Pero me hice una promesa... no volvería a usar mis poderes. Tenía miedo, un miedo muy diferente a los miedos que he sentido.

Ahora era llamada "Criminal de guerra", estaba en Europa perdida, sin dinero ni defensas, sin mencionar que todo el mundo me buscaba.

A si que era dificil ocultarse. Una vez que se me acabó la gasolina y de quedar varada en un pueblo pequeño mi casa eran las calles.

Solo robaba comida de vez en cuando, pero ya no tenía ánimos de nada. Estaba sucia, herida aún por la pelea del Aeorpuerto... a si que ahí estaba, en el suelo de un callejón junto a unos contenedores de basura tratando de no dormirme... era de noche, las calles estaban casi vacias.

Habian algunos comercios funcionando, pero con pocos clientes, por la hora ya casi estaban por cerrar.

Tenía frío, tenía hambre, mis piernas ya no me daban más... sentía como mi cuerpo de a poco dejaba de responderme.

Hasta que la vi...

Una empleada de la cafetería que estaba delante del callejón habia salido a botar la basura del día y me vió tirada en el suelo.

-Dios mio...- dijo al verme y se acercó a mi agachandose a mi altura.- Hey, ¿Estás bien?.- dijo, pero ya no podía contestarle.- Porfavor no te duermas, quedate aquí, ya vuelvo.-

Y así fue, volvió con un café y unos sandwiches los cuales acepté con gusto y sentía como comenzaba a reponerme.

Ella me conversaba de su día... era bastante amigable y muy buena persona. Sé que en ese momento ella sabía perfectamente quien era, lo pude ver en su mirada.

Pero aún así no dudó en ayudarme, esa misma noche me llevó a su casa para que me quedara aquella noche... luego se convirtieron en dos, luego en tres.

Y luego de insistirme mil veces que me quedara... lo hice.

Y eso pasó exactamente hace casi dos años, si, ya habian pasado dos años desde la pelea en el aeropuerto... y mi vida no podía ir mejor.

Resulta que el hogar de esa mujer llamada Michelle era en un lugar que quedaba como a media hora o más del pueblo.

Un lugar entre los árboles, cálido, donde nadie podia encontrarme.

-¿Que preparas?.- Pregunté mirando como Michelle cortaba unos tomates.

-El almuerzo, ¿Podrías ir con Julia a buscar duraznos?, necesito para el postre.- dijo Michelle.

-¡Julia!.- Dije llamando a la pequeña niña de seis años... si, porque no te conté, Michelle tiene una hija, una hija maravillosa si soy sincera.

¿Y el padre?, Es un imbecil, las abandonó cuando Julia cumplió un año, pero aun así se ha encargado de seguir molestandolas.

¿Y Por qué las abandonó?, Porque descubrió que Julia era mutante, él odia a los mutantes, pero a mi me hace amar a Julia aún más.

Su mutación en bastante hermosa, controla el viento a su favor... aunque aun no lo controla bien.

-¿Que sucede?.- dijo Julia bajando las escaleras.

-Ponte tus botas, iremos a recolectar duraznos, si te apresuras te regalo cinco dolares.- dije y esta sonrió emocionada y corrió a ponerse sus botas.

𝐿𝑎𝑟𝑎 𝑊𝑎𝑦𝑛𝑒// 𝐴𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠 𝑌 𝑋-𝑚𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora