『94』

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Narrador

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Narrador

-Ya quiero irme de aquí...- La pequeña Park se encontraba sobre su camilla esperando al doctor para que le diera de alta de una vez. -Espero que Daniel no hiciera alguna estupidez anoche...

-Señorita Park.- La puerta de la habitación fue abierta por un hombre con bata. -Hemos terminado todos los análisis y ya puede retirarse, en un momento vendrá una enfermera para ayudarle a quitarse la intravenosa.

-Muchas gracias doctor.- La rubia se sentó en la camilla viendo al doctor retirarse. -Al fin podré irme... ya no aguanto un minuto más en este lugar.- Suspirando se levantó de la camilla para retirarse ella misma la aguja de la mano. -Como si fuese a esperar que viniera la enfermera...

-Señorita, ¿por qué está de pie? Debería estar sentada para poder sacarle la... ¿Se ha sacado la aguja? ¡No debe hacer eso!- Una enfermera entró a la habitación viendo preocupada a la chica.

-Parece alguien demasiado joven... seguro es alguna novata que ha ingresado recientemente...- _____ rasco su nuca antes de sonreírle. -Lo lamento, pero estaba comenzando a dolerme y tenía que quitármela... no se preocupe, no es la primera vez que lo hago así que sé cómo removerla...

-Pero si mi supervisor se entera de que usted lo hizo...

-Tranquila, no le diré a nadie si usted no dice nada.- Le guiño un ojo antes de tomar su ropa e ingresar al baño de la habitación para cambiarse la ropa de hospital. -¿Puede hacerme un favor?

-D-dígame...

-Si viene un chico rubio, alto y que no habla mucho avíseme, por favor.

-De acuerdo... le avisare en cuanto llegue.- La enfermera se retiró de la habitación y _____ salió del baño con su teléfono en mano.

-Daniel no ha respondido mis mensajes... espero que este bien.

-Señorita...- La enfermera volvió a la habitación llamando la atención de la rubia. -El joven Hong vino a buscarla...

-Muchas gracias.- Recogió su mochila para luego caminar hacia la puerta. -Ya quiero llegar a casa y darme una ducha caliente.- Suspiro recordando que debía comprar vendas y analgésicos para poder cambiar las vendas de su cuerpo y calmar el dolor que tenía.

-...- Jay se colocó frente a la chica causando que ella sonriera. -No parece molesta por lo de ayer... eso es bueno.- Colocó su mano en la espalda de ella para así ambos salir del hospital hasta el estacionamiento donde estaba la moto del rubio.

-Gracias por venir a buscarme Jay...- El rubio observó a su alrededor antes de girarse a la chica con una sonrisa leve.

-No hay de que... te había dicho que vendría por ti...

-Tienes razón... oh, cuando veas alguna tienda o farmacia, ¿podrías detenerte ahí? Es que necesito comprar algunas cosas.

-Eh, claro... pero, ¿te duele algo?

Ⓗⓔⓡⓜⓐⓝⓞⓢ 『Lookism y tu』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora