_______ Park es la gemela de Daniel Park, quien sufre bullying por ser bajito y gordo pero su hermana siempre intenta protegerlo lo más que pueda aunque eso la lleve a una pelea.
Un día, ambos dejan aquel lugar y deciden irse a la ciudad de Seúl par...
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Narra _____
-Ooh ooh chico, esa es una edición limitada de Vibe.- Escuche a uno de los "cucharas doradas" hablarle a Jiho a lo cual me giré a verlo.
-Es única en su clase, sí que pagaste un buen billete.- El otro de los chicos acomodó sus gafas sonriendo en dirección del pequeño quien sonrió orgulloso estando cerca de mi hermano y de Jay, las chicas del salón comenzaron a murmurar causando que él sonriera de lado hasta que solo se escucharon los nombres de Daniel y Jay.
-Pobre Jiho... es horrible que te ignoren totalmente pero no ganará nada alardeando de lo que tiene.- Suspire levemente recostandome en mi mesa.
-Hermana ¿Te encuentras bien?- Giré mi cabeza hacia Daniel sonriéndole. -Jay, ven un momento por favor, _____ no se siente muy bien.- Iba a decirle que no hacía falta que lo hiciera ya que si me sentia bien pero al levantar mi cabeza vi a Jay al lado de Daniel lo que me causo risa ya que parecía un cachorro preocupado por su dueño.
-Estoy bien chicos... gracias por preocuparse por mi, pero no deberías correr en el salón Jay, podrías caerte o chocar con alguien por accidente ¿De acuerdo?- Lo vi asentir a lo cual sonreí mientras me levantaba de mi asiento.
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En el receso fuimos los tres junto a Jiho hacia la cafetería, quería comprarme algunas cosas para comer en ese receso y durante el resto del día pero no esperaba que Jay se ofreciera a pagar mis cosas junto a algunas que Jiho tenía en mano.
-Jay, no dejare que pagues mis cosas cuando puedo hacerlo yo misma... hablo en serio, no me gusta que los demás paguen por mi y menos quiero que sigas gastando tu dinero en mi con cosas como estas.- Negué suspirando dejando las cosas en el mostrador para pagar por estas mientras escuchaba hablar a mi hermano con Jiho diciéndole que podía tomar algo más de lo que quisiera ya que Jay pagaría a lo que el rubio se colocó a mi lado sonriéndome.
-$21,50 por favor.- La vendedora le sonrió mientras él sacaba del bolsillo interior de su chaqueta su teléfono para pagar. -Vuelvan pronto, chicos.
-Muchas gracias.- Los tres hicimos una pequeña reverencia a la mujer para luego tomar nuestras cosas e irnos, vi de reojo a Jiho algo deprimido por algún motivo extraño, cuando llegamos al salón Jiho dejo lo que Jay le compro en su mochila para luego irse al baño.
