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  Al final del día por fin suena la campana y me queda esperar a que me llamen por los altavoces

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  Al final del día por fin suena la campana y me queda esperar a que me llamen por los altavoces. Cuando al fin suena mi nombre me despido de las chicas, y me dirijo al coche.

  Cuando abro la puerta trasera, me encuentro a Sadie, y en el asiento delantero a la niñera.

       —¿Qué pasa?—digo sin montarme el coche.
       —¿Puedes subir por favor? Está nevando y lo último que quiero es que te enfermes—me pide Christian cansado a lo que yo le doy la vuelta al coche y me monto en el otro asiento libre.

  Él arranca y veo que tomamos una ruta distinta a la habitual.

       —¿Puedo saber que coño pasa?—digo en un tono enfadado.
       —Lenguaje—dice la niñera a lo que yo volteo mis ojos.
       —Vamos al médico—dice Christian serio.
       —¿A qué? Si se puede saber—digo irritada.
       —Tienes tu cita habitual y debes ponerte la vacuna contra la gripe—yo volteo mis ojos.
       —Tengo deberes que hacer.

  Sin mencionar de que no sé a qué hora vendrá Thomas y quiero estar lista.

       —Será rápido—se mete la niñera en la conversación.
       —¿Y se puede saber que pintan ella dos aquí?—digo irritada de nuevo. Si la vacuna y la cita es para mí, que hacen estas dos tontas aquí me aclararía dudas.
       —Layla—me reprende Christian, suspira antes de explicarme—. Sadie tiene que buscar sus resultados, y mientras yo estoy contigo, la niñera los irá a retirar con Sadie, porque yo, señorita, también tengo cosas que hacer.

  Yo vuelvo a voltear mis ojos y miro por la ventana. Me pone feliz que diga que tiene cosas que hacer, eso es que tiene trabajo, y tener trabajo es igual a que voy a estar en casa con la tonta de la niñera y podré estar tranquila con Thomas.

       —Vuelve a voltear los ojos y estarás en mi regazo en menos de lo que canta un gallo—dice enfadado Christian.

  Poco tardamos en llegar al hospital e intento colaborar en todo lo que sea posible para salir rápido de allí.

  Cuando terminan conmigo, al salir ya estaba la niñera con Sadie en brazos dormida, que le pasa a Christian para que la lleva mejor.

  Y tras poner a Sadie en la silla vamos de camino a casa.

  Al llegar Sadie se rehúsa a comer por lo que yo aprovecho ese momento y me escapo a mi habitación tras dejar limpio el plato.

  Me siento en mi escritorio y empiezo a hacer mis deberes a esperar ese gran momento.

  Y al pasar alrededor de dos horas ese momento llega.

  Christian ya estaba más que lejos en su oficina y sabía que la niñera había puesto a hacer la siesta a Sadie, no había interrupción alguna.

  Me levanto de mi escritorio y tras abrirle la puerta del balcón él entra quejándose del frío que hacía fuera y de lo mucho que tarde en abrirle.

  Empezamos igual que ayer, hasta que llegamos a ese momento que tanto estábamos esperando.

  Estamos igual que ayer, yo encima de él, y nuestras dos cobras jugando juntas a quien tiene el poder.

Él hace que le acaricie por encima de su pantalón, cosa que aunque con nervios, le obedezco.

  Cuando él quita mi camiseta ya me empiezan a entrar los nervios. ¿Por qué estoy nerviosa? Se supone que debería de estar emocionada y sobre todo caliente. Hoy no estaba mojada, y mucho menos excitada.

       —¿Quieres tocarlo con tus manos antes de hacerlo?—pregunta acariciándolo por debajo del pantalón, a lo que yo nerviosa asiento y él toma mi mano y hace que lo toque—¿Te gusta?—pregunta en un susurro.

  Yo... Yo...

       —No quiero—digo nerviosa.
       —¿Como que no?—dice algo enojado—. Deben de ser los nervios de la primera vez, confía en mi anda.
       —¿Podemos intentarlo otro día?—ofrezco yo.

  Él bufa de manera arrogante.

       —Me vuelvo mañana a California, era ahora o nunca.

  Me aparta y tras ponerse la camisa se levanta de la cama.

       —Saldré por la habitación de al lado, no tengo ganas de salir de nuevo por tu balcón de mierda. Gracias por hacerme perder mi tiempo.

  Y así sin más oigo que va a la habitación de al lado y ya no oigo más nada.

  Y allí es cuando me decido dar una ducha para llorar sin ser oída.

  No sé qué me pasó. Realmente pensé que estaba lista, y hago esta estupidez. Pues de esta manera, hasta que no salga de este infierno en que me metió Christian, no tendré ninguna otra oportunidad.

  Y no sé en realidad que me ponía más triste, si el hecho de que me arrepintiera así de la nada o su actitud. Vale.  No me forzo a hacer nada, pero parecía ser tan dulce y...

  Para cuando termino la ducha ya estoy más tranquila y relajada, por lo que tras vestirme termino los deberes de historia y cuando estoy a punto de salir me encuentro con Christian.

       —Estás en graves problemas señorita—advierte él.

  Yo abro mis ojos como platos.

       —¿Por qué?—digo irritada.
       —Alguien dejó esto en mi oficina—levanta la carpeta de los papeles médicos de Sadie con las palabras escritas en rotulador rojo: "Layla es una calienta pollas"—¿Me vas a dar una explicación?—dice él señalando el papel.
       —¿Por qué me diría a mi misma calienta pollas?—digo poniéndolo en evidencia.

  Y allí es donde todas las piezas en mi cabeza encajan. Eso es un detallito de Thomas por no haber hecho nada.

       —No lo sé, explícamelo tú.
       —¿Por qué no le preguntas a tu dulce niña Sadie?—digo en un tono burlón la última parte—A lo mejor ella tiene algo que ver.

  ¿Eso acaba de salir de mi boca? Acabo de técnicamente inculpar a Sadie por algo que no hizo.

       —Preguntemosle entonces, lo dudo, pero vamos—me toma de la mano y me guía hasta abajo en donde está Sadie y allí veo mi condena. Esa niña adora a Christian le dirá que no fue ella y quedaré en evidencia.

×××××××

Holi! Aquí Lili y Theo!!

Finalmente estamos en verano!!!!!! No lo podemos creer. Estoy muy contenta de por fin poder tener tiempo para todo lo que quiero hacer.

Antes que nada, gracias a todos por desearle a Theo muchos buenos deseos para que se mejorase, está mucho mejor, y justo ahora puse que está conmigo, pero está dormido a mi lado 😂😂

Todo salió bien, mis exámenes y la selectividad de Theo.

Acostarme todos los días a las 2 y pararme a las 4 para repasar valió la pena.

Y mi meta para este verano es poder actualizar al menos dos veces a la semana, pero veamos qué pasa :)

Gracias por leer, y espero que no me caigan piedras por este capítulo y... POR EL SIGUIENTE!!! Así es amigos, hoy hay capítulo doble para celebrar que ya soy libre.

Xoxo

Lili y Theo 🦋✨

Pequeñas lecciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora