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  Cuando me despierto y hago mi rutina habitual de lunes

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  Cuando me despierto y hago mi rutina habitual de lunes. Lo que implica luchar aún más con las sábanas para poder levantarme. Me arreglo y salgo de la habitación.

  Como se ha hecho rutina, él ya está abajo dando de comer a Sadie, con la que intento ser más tolerante.

       —Buenos días—digo al entrar a lo que la única que me contesta es Sadie. Él me ignora.

  Yo suspiro y me siento a desayunar.

  Como es habitual, o al menos lo que se había convertido en habitual esta semana, al terminar, me cepillo los dientes y así el chófer me lleva al instituto.

  Al llegar fue lo mismo de siempre, clases, deberes, y esperar al timbre de la salida en donde el chófer ya estaba allí.

  Al subirme me lleva a casa, en donde como cada día, subí a dejar mis cosas y tuve que comer sola como el resto de la semana pasada.

  Y ya esto para mí fue el colmo. Con tan solo darle un bocado a la comida me eché a llorar. Y no fue un llanto al que yo me referiría como silencioso.

  Ya me sentía del todo mal, como para que no tuviera a nadie con quién hablar, ni siquiera un buenos días, o un estás bien.

  Christian y yo no éramos amigos, pero necesitaba el contacto humano, y el no tenerlo ahora, me vuelvo loca.

  Poco tardan en salir la ama de llaves que me pregunta si tiene algo de malo la comida, a lo que yo niego.

  Ella se va en busca de quién imagino es Christian, y yo me quedo allí. Mi conciencia da vueltas y vueltas y además me recuerda que si le digo la verdad mi culo será de color rojo las próximas semanas y volverá a ser el mismo pesado de siempre. Pero creo que soltarlo me hará bien.

  Cuando él entra al comedor, que me ve en el estado que estoy se acerca a mí y antes de que dé un paso más, me arrodillo frente a él y murmuro un par de palabras entre el llanto.

       —Cielo...—él se agacha conmigo y me abraza—¿Qué sucede?—me pregunta.

  Yo entre sus brazos murmuro lo más difícil de pronunciar de mi vida.

       —Lo siento, soy una mentirosa. Sadie no hizo nada, fui yo—digo desconsolada, y soltar esas palabras fue una carga menos para mis hombros.

  Pero lo que él me murmura me paraliza.

       —Ya lo sé cariño. Lo sé todo. Tengo cámaras ben mi oficina y sobre todo cuidando de Sadie. Era imposible que se escapará sin que yo me enterase. Sé que algo pasó entre ti y un chico. Y ya mi castigo está dado.
       —¿Qué?—digo confundida intentando calmarme.
       —Lo sabía todo cariño, y como sé que los castigos físicos a veces son necesarios, a veces contigo es necesario utilizar otros métodos más drásticos.
       —¿Por eso no me hablabas?—pregunto confundida.
        —Por eso no te hablaba, nada peor que saber qué hiciste algo, y que la conciencia te lo recuerde una y otra vez. Y creo que aprendiste la lección. Es decir, si no, no estaría yo aquí ahora, ¿Verdad?—yo asiento y me recuesto en su pecho y él me consuela—. Debes pedirle perdón a Sadie, por un motivo que ella no me supo explicar, te salvo el culo literalmente. Yo hablé con ella, y no se arrepiente de nada.
       —Lo sé, yo también hablé con ella.

  Él me acaricia la cabeza un rato más, hasta que me nota más calmada por lo que me dice que debería terminar de comer, a lo que yo asiento.

  Cuando me siento a comer, él se sienta enfrente de mi y me acompaña. Me pregunta que tal mi día, y qué tal los otros días que no hablo conmigo.

  Y esta pequeña muestra de cariño me hace poder respirar tranquila al fin.

  Al terminar, me informa que Sadie ya se despertó de su siesta y que la traerá para disculparme.

  Yo me quedo esperando y al traerla ella se esconde en su cuello muy tímida.

        —No quiero su perdón, yo me ofrecí—escucho que murmura.

  Él suspira y tras sentarla en sus piernas yo le miro y le pido disculpas, cosa que ella acepta roja como un tomate. Y de allí parto a mi habitación a hacer mis deberes para mañana.

  Y al terminar, tengo la ligera sospecha de que esta será la primera noche que duerma tranquila.

×××××××

Hola! No sé si era lo que esperaban, pero aquí este capítulo, que aunque esté algo corto, no saben lo que está por venir 😬

Como siempre, gracias por su apoyo, y espero que pasen un feliz domingo!

Pequeñas lecciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora