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Layla.

—Eso es imposible—afirma Sabrina ante lo que dijo Jane.
—Eso es lo que crees tú—le digo yo.
—Nos tienen vigiladas—afirma.
—Correcto.
—¿Y entonces?—protesta ella.
—Es imposible si estamos aquí, pero ¿Y si no lo estuviéramos?—ella se queda pensativa ante lo que sigo, por lo que prosigo con la explicación—. El plan es sencillo. Cada año el colegio organiza una salida por el fin de curso a una reserva natural que le pertenece a la institución. Nos llevan en bus y toda la cosa. Ese va a ser el momento.
—No estás tomando en cuenta el hecho de que nos tienen vigiladas—repite.

Yo suspiro ante su comentario.

—Sabri, querida, llevamos planeando esto hace dos años, ¿Crees que no tomamos en cuenta todo eso?—digo intentando tener la mayor paciencia del mundo, tengo que admitir que explicar esto a Stelle fue mucho más complejo, así que le tendré mucha paciencia a Sabrina. Jane, por su parte entendió el plan a la primera.
—¿¡Dos años!?—exclama a lo que todas hacemos el sonido 'shh' para que baje la voz.
—Yo no sé mucho, pues será mi primera vez yendo a una excursión, pero según me dijo Layla, nos tienen vigiladas en todas partes, menos en el baño y esa será nuestra oportunidad—dice Jane.
—Llevamos tiempo yendo a estas excursiones, y el bus se para en varias gasolineras para poder tomar aire, estirar las piernas, y lo más importante, ir al baño—hago una pausa—Y busque que una de esas gasolineras estuviera lo más cerca posible de una estación de buses, y que la caída desde alguna ventana fuera lo menos trágica posible.
—Y así escapamos de este infierno—concluye Jane.
—¿Y qué pasa con Savannah?—pregunta ella como asustada.
—Si, eso, ¿Qué pasará con ella?—pregunta Stelle intrigada como si no supiera nada, a lo que yo volteo mis ojos, ¿Se puede ser más despistada?
—Tardaremos días en llegar hasta nuestro destino, así que le perderemos la pista.
—¿Y a dónde iremos?, es decir, yo con mi madre no vuelvo ni de puta coña.
—¡Sabrina!—exclama indignada Stelle de nuevo ante las palabrotas, esta vez de Sabrina.
—Lo siento, se me salió—traga un poco y pregunta—¿Y el dinero para los buses de donde lo vamos a sacar?—yo sonrío ante la pregunta tan audaz de Sabrina.

Me gusta que Sabrina sea más espabilada que Stelle y haga preguntas de utilidad.

—Esa es la siguiente parte del plan en donde necesitaremos de tu ayuda.

××××

Christian.

Aprovechando que Layla estaba fuera de casa quería hablar de algo con Sadie. Tendría que ir a buscarla en un par de horas, pero no pretendo hablar esto con Sadie, sabiendo que Layla está en el mismo techo.

Cuándo entro está donde la había dejado, ella estaba es su habitación sentada en su corral coloreando un libro de animales. Debo admitir que le compré por internet esos libros de colorear de animales, sin ninguna esperanza a que le gustase, ya que prácticamente ningún juguete que le daba le gustaba, pero los libro de colorear, debo admitir que son un gran éxito.

Cuándo me ve entrar se le pinta una sonrisa en la cada y yo le imito.

Ha habido un enorme cambio en Sadie desde que llegó. La veo tan tranquila, tan feliz. Duerme sus buenas ocho horas, ha estado comiendo más, me habla, debes en cuando tiene sus respectivas rabietas y pesadillas a la hora de dormir, pero está muy bien y eso me hace sentir tan satisfecho.

—Hola princesa—la saludo, y cuando me acerco al corral, ella me enseña el animal que estaba pintando y yo la felicito por tan linda obra de arte—¿Quieres que la pongamos en la nevera?—pregunto, a lo que ella asiente orgullosa.

Tomo el libro y tras dejarlo a un lado, la tomo por las axilas para sacarla de aquel sitio y tras sentarme yo en la mesedora, la pongo a ella mi regazo.

—¿Sabes quién cumple años dentro de poco?—le digo suave a lo que ella niega—¿Cómo que no? ¡Tú!

La sonrisa que tenía en sus labios se desvanece.

—¿Qué pasa?—le pregunto preocupado al ver su cambio de actitud, ahora la noto tan agobiada.
—No me gusta mi cumpleaños.
—¿No quieres celebrarlo?—le pregunto triste a los que ella levanta sus hombros despreocupada—Princesa, nada me haría más feliz que celebrar tu cumpleaños con una pequeña fiesta.
—No me gustan las multitudes—dice en el tono de voz bajo que usaba  usando llegó.
—Por eso dije pequeña fiesta, invitar solo a la gente cercana. Y quería aprovechar para presentarte a dos familias con niños como tú.
—¿Cómo yo?—dice curiosa levantando su cabeza por fin y mirándome.
—Si, como tú.
—¿Tendría amigos?—dice ilusionada, a lo que se me pinta una sonrisa en la cara.
—¡Claro!—digo alegré de verla así.
—Pero tengo una sola condición.
—Cuéntame.
—No quiero que Layla esté en mi cumpleaños.

Yo me quedo callado ante su petición. Layla vive en esta casa, ¿Cómo no va a venir?

—¿Cómo?—pregunto a ver si es que escuche mal.
—No la quiero en mi cumpleaños, sus amigas pueden venir, pero ella está vetada.
—Cielo...—le digo con un poquito de tono de reproche.
—Siempre se ríe de mí—me interrumpe—. No quiero eso. Sólo durante la fiesta. Es todo lo que pido. Quiero disfrutarla y estar tranquila.

Yo suspiro ante su petición y asiento. Sadie nunca me pide nada, y ya sabemos el personaje que es Layla, nada me costará pagarle a la niñera para que se la lleve el par de horas que durará la fiesta para que Sadie esté en paz.

—De acuerdo cariño—digo comprensivo.

××××

Feliz domingo!!! Ya volvemos a la rutina con los capítulos!!! Espero les esté gustando:)

Este ya es un capítulo más largo, espero que les haya gustado, un besito enorme <3

Lili 🦋✨💞

Pequeñas lecciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora