Pequeñas lecciones.

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Sabrina.

Entro a la biblioteca buscando un objetivo: hablar con Mía. Cuándo la veo sentada en una mesa al final del todo escribiendo en su libreta, y lo más importante de todo, sola, me acerco algo temerosa, pero intentando mantener la calma.

—Hola—le susurro yo sentándome en la mesa.

Ella me mira de reojo y sin decir nada sigue con sus cosas.

—Si alguien te mandó a pedirme algo de la clase de física o biología, la respuesta es no—dice sin mirarme.
—Nadie me mandó a pedirte nada, estoy aquí porque me di cuenta de que Layla es mala persona y que hice un error en irme con ella—ella para de escribir en su libreta y me mira.
—Pues muy tarde para pensartelo, me hiciste daño, y yo no quiero estar con alguien que me haya hecho daño. Lo siento.

Yo trago un poco asustada pero continuo.

—Y no sabes cuánto lamento haberte hecho daño. No lo hice intencional, no sabía quién era Layla, y me creí todas sus palabras tontas. Esperaba que pudiéramos conocernos de nuevo.

Ella me observa pensativa y observa la mano que le tenía tendida encima de la mesa, como ofreciéndole un trato.

Rápidamente toma sus cosas y se va dejándome sola en la mesa de la biblioteca. Yo suspiro profundo y decido pensar como convencerla.

×××

Al día siguiente simplemente vine con un nuevo y mejorado plan.

Al sonar el timbre cojo todas mis cosas lo más rápido posible y salgo por la puerta para ir al baño.

Tiro mis cosas por allí y me acerco al lavamanos y me tiro un poco de agua en la cara e intento que mis ojos se pongan un poco llorosos.

Voy a una de las esquinas libres del baño y me siento en posición fetal y con la cara entre mis piernas.

Para comprender la geniales de este plan, hay que saber y ser observadora para fijarse en que Mía siempre va a la misma hora y en el mismo recreo al baño. Sin falta.

Así que, a los pocos segundos oigo que alguien abre la puerta del baño y que entran dos personas al baño.

—Sabrina, ¿Todo bien?—es justo la voz que quería escuchar.

Yo finjo un poco de llanto para que me crea.

—Layla lastimó mucho mis sentimientos hoy, y no quiero preocupar a Hugo, pero hoy simplemente me desbordaron los comentarios de Layla. Ojalá haber actuado diferente y ser tu amiga en vez de la de ella. Tu si que eres buena amiga.

¿Qué me sentía mal por hacerme la víctima cuando absolutamente nada había pasado, y además engañar a Mía? Pues un poco. Pero todo sea por mi libertad.

Ella se sienta a mi lado y me abraza como puede.

—Lamento que estés triste. Lo pensé mucho, y debo perdonarte. No le puedo tener rencor a alguien que me lastimó sin querer.
—¿En serio?—digo limpiándome las lágrimas falsas y mirándola por fin—¿Vamos a poder ser amigas?

Ella asiente dándome una mirada de pena por mi supuesta situación y me siento más tranquila de que el plan esté fluyendo como lo planeado.

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Hola!!!! Tal vez deba de dar explicaciones:')

Primero lo primero, espero que hayan pasado felices fiestas!!! Las mías, aunque aún no acaban bastante bien, ¿las de ustedes que tal?

Soy una persona horrible, ya lo sé, pero el 2022 fue un año horrible y creo que se reflejó mucho en mi inactividad en la historia. Tengo motivos personales que no voy a comentar, pero espero que sean capaces de entender. Pero una de mis metas es ser más constante con la escritura porque es algo que me encanta hacer. Además de que por aquí he conocido a personas increíbles y que me encanta compartir con ustedes y leer sus comentarios y opiniones.

Así que,este es el primer capítulo del año. ¿Opiniones?

Gracias por siempre estar 💖💖💖