Capítulo 25

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-¡Charlie!

Miré desesperada a mi alrededor, estaba a punto de llorar cuando siento una mano en mi hombro. Me giré rápidamente, sintiendo el corazón en la garganta, y me encuentro con el rostro de Charlie, una sonrisa y sus ojos brillantes, que generalmente me causaban mariposas, en esos momentos solo sentí ganas de golpearlo.

-¡Eres un tonto!

-¿Qué haces aquí? -me miró confundido.

-¡Ya va a anochecer!

-Me doy cuenta, Am, aunque no lo creas, yo también tengo ojos con los que puedo ver -sonrió divertido.

-¡Pues no lo parece!

-Oye que...

-¡Cuatro horas llevas metido en este maldito bosque! ¡Donde hay criaturas peligrosas, y algunas que ni siquiera tenemos consciencia de que existen! ¡Eres un irresponsable!

-Am, tranquila...-puso sus manos en mis brazos.

-¡No me pidas que me tranquilice!

-Bueno, con tus gritos solo harás que las criaturas extrañas y peligrosas nos encuentren para comernos.

Me quedé en silencio inmediatamente, tenía toda la razón.

Charlie sonrió divertido, y me rodeo con su brazo atrayéndome a su pecho. 

-Se me pasó la hora, lo lamento -me dio un beso en la cabeza -no volverá a suceder.

-Pensé que te había pasado algo, tonto.

-Y entraste...-se separó de mí y me quedó observando.

-Sí...

-No lo vuelvas hacer, Am -su rostro había cambiado drásticamente. 

-¿Y qué querías que hiciera si no dabas señales de vida? -pregunté, molesta por su actitud.

-No lo sé, pero no te vas a arriesgar por mi culpa, no hagas eso nunca más -me dio una mirada de regaño, muy rara en Charlie.

-Pudiste haber estado muerto.

-Sí, pero tú no conoces el bosque prohibido, te pudiste haber perdido, Am.

-No...

-Si no entras conmigo, no entres, ¿entiendes?

-¿Por qué me regañas? -fruncí el ceño.

-Porque eso fue muy estúpido de tu parte.

-Yo siempre soy la que te regaño.

-A veces, los roles cambian, ¿verdad? -alzó una ceja.

-No, en esta amistad no.

-Déjame informarte que acaban de cambiar -pasó su brazo por mis hombros  -vamos, apuesto que ni siquiera recuerdas como devolverte.

Y, como la mayoría de las veces, tenía razón.

Intenté no sonreír todo el tiempo, cualquiera que me viera sonriendo en la mañana del día lunes, pensaría que estoy bajo los efectos algún hechizo o poción, y no los culpo, ¿quién está feliz un día lunes por la mañana? Solo una persona que pasó una semana entera en Rumania con su novio.

Novio... eso seguía sonando raro en mi cabeza, sobre todo cuando asociaba esa palabra con Charlie, algo en la ecuación no calzaba, es que todo iba saliendo tan bien.

Dragones en las estrellas [Charlie Weasley] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora