Capítulo 59

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Si podía agradecer algo, era que cada día veía menos a Matthew. Se desaparecía por horas, incluso, habían noches que no llegaba a dormir. Lo que era un completo alivio para mí.

Me senté en la cama con mis piernas cruzadas, mirando por la ventana. Los árboles ya empezaron a florecer, por lo que supuse que la primavera ya había empezado hace algunas semanas. Era raro ver como todo seguía su ciclo, una y otra vez sin parar. Un círculo vicioso, donde siempre, de alguna u otra manera, volvíamos al mismo lugar.

Era cansador. Es que sabía que era distinto para mí, pero sentía que ya había vivido esto en algún momento de mi vida, pero de distinta manera. Tal vez antes era un encierro mental, encarcelada en mis pensamientos, sin mirar más allá. Ahora, era algo más bien físico.

Imaginar a los demás me había alivianado los días. Siempre pensaba en alguien distinto.

Chris, el que más me preocupaba sin duda. Solo esperaba que estuviera bien escondido, que ojalá, sí hubiera tomado la decisión de irse del país por un tiempo, hasta que todo el desastre pasara. 

Desde que murieron mis padres sentí que debía responder ante él, ser más que una hermana mayor. Es que aunque era pequeña siempre supe que tía Mary no iba a cumplir con el rol de madre, ella siempre iba a seguir siendo nuestra tía, la que nos daba dinero y consejos. Era cierto que últimamente conmigo se había vuelto más maternal por todo lo que me ocurrió, pero antes no era así. Quería de alguna manera que Chris no sintiera el vacío de nuestros padres. Lo que resultó inútil para ambos.

Inevitablemente pensaba en Charlie. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera quedado a su lado? Tal vez nada de esto estaría pasando, tal vez él sí hubiera sabido protegerme estando cerca.

Pero sabía que todo hubiera terminado mal. Lo amaba, románticamente y como amigo, es que por más que en algún momento quise quitar esos sentimientos, o negarlos, jamás pude. Seguían ahí, tan fuertes como nunca. Yo necesitaba estar sola, sin alguien al lado después de tanto drama. Necesitaba paz, necesitaba poder reírme, necesitaba disfrutar, necesitaba poder ver el panorama desde arriba. Y eso Charlie no me lo iba a dar, porque su mente estaba demasiada atormentada para mí.

Como me hubiera gustado haberlo ayudado, pero cada vez que intentaba ayudar a alguien, era como si todo mi esfuerzo por recuperarme por la muerte de mi hijo, retrocediera. Cada vez que abría mi corazón, yo daba un gigantesco paso hacia atrás.

Nada podía fluir bien, y por eso me metí con Sirius. Porque con él todo fluía, porque con él no habían dramas, ni ataduras, ni compromisos, con él solo era diversión, y por supuesto, amistad. Compañía mutua y consejos mutuos, eso era lo que necesitaba y lo que Sirius me estaba dando. 

No me arrepentía, para nada. Además, de esa forma también logré ayudarlo con su soledad. 

Tonks, otra gran amiga. No sabía si hubiera logrado estar con ella en cada momento de su embarazo, es que dolía, y no podía evitar querer alejarme cuando veía su redondo vientre y su rostro de plena felicidad. Me esforzaba tanto por sonreírle, que al final del día me dolían mis mejillas por la forzada expresión. Pero en el fondo su felicidad me daba algo de paz. Estaba con Remus, y su hijo pronto iba a nacer. Formarían una linda familia.

Y tal vez, entre tanto ocio, me divertía pensando en Ashton y Austin. Todos sus dramas y finalmente le estaban saliendo bien las cosas. 

Solo faltaba que terminara la guerra para que ya todos pudieran ser felices. Tal vez Charlie no, pero esperaba que Matthew le haya dado un recuerdo horrible de mí, que me llegue a odiar tanto que le sea fácil olvidarme. Deseaba que yo no fuera la única persona que tuviera la capacidad de hacerlo sentir, quería que existiera otra, que lo haga querer más que una vida llena de dragones. Aunque si eso lograba hacerlo feliz, estaba bien por mí.

Dragones en las estrellas [Charlie Weasley] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora