Capítulo 5

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Matt y yo no hablábamos, ni él me dirigía la palabra, ni yo a él, era algo totalmente incómodo. Yo me levantaba después de que se fuera a trabajar y él se acostaba antes de que yo llegara a la habitación. Por las tardes invitaba a Tonks para no sentirme incómoda por su presencia. Desde que Charlie se fue, le empecé a contar todas mis cosas a ella, pero no era capaz de contarle lo que había pasado con Matthew, sentía una extraña sensación de vergüenza por lo ocurrido.

Apenas llegó la lista de materiales para el sexto año escolar de Chris, le envié una carta para que nos juntáramos en el callejón Diagon.

-Está bien, tenemos casi todo -dije leyendo el largo pergamino -sólo nos falta...

-¿Podemos comer algo? -me interrumpió.

Quedé mirando con seriedad a Chris, pero este hizo un pequeño puchero, que aunque no me pareció para nada tierno, hizo que doblara la lista y la volviera a guardar en mi bolso.

-Está bien, pero debo sacar más dinero de la bóveda, no traje lo suficiente.

Caminamos hasta llegar a Gringotts, le pedimos a uno de los duendes que llame a Bill, sabía que me llevaría de inmediato a mi bóveda y no me haría esperar.

-Am -Bill se acercó a nosotros y nos sonrió - esto es muy divertido, porque hoy justamente iba ir a tu casa para ver por qué estabas tan desaparecida.

-Pues ya no lo tienes que hacer -le devolví la sonrisa.

-Chis -miró a mi hermano -tanto tiempo, apostaría que no te veía desde esta mañana -dijo con ironía.

-Creo que te confundiste de chico -respondió Chris con el mismo tono.

-Es posible -soltó una risita y volvió a dirigir su mirada a mí -¿qué necesitas?

-Necesito sacar dinero de nuestra bóveda.

-Claro, dame un minuto.

Bill ingresó por una puerta y volvió un minuto después con una llave, a los duendes no le agradaba que él hiciera eso, pero por alguna razón lo dejaban. Nos dirigimos al carrito y en poco tiempo llegamos a nuestra bóveda. Todo el dinero que había ahí era el que nos da nuestra tía Mary, ella es una muggle y es millonaria, así que yo me encargué de cambiarlo y dejarlo guardado. El dinero que nos habían dejado nuestros padres también lo transformé y lo gasté todo comprando una casa para mi hermano y para mí, lo que me parece irónico porque si sumo los días que Chris ha pasado en esa casa, ni siquiera llegaría al mes.

Después de sacar el dinero que necesitaba, salimos del lugar. Bill nos acompañó hasta la salida de Gringotts, donde se quedó conversando unos minutos con nosotros.

-¿Cómo sigue Charlie? -pregunté.

-De maravilla, mamá dijo que si no lo hubieras vendado a tiempo hubiera empeorado, te lo quería agradecer inventándote a cenar.

-Sí, genial, pero tendrá que ser otro día -dije mirando para otro lado.

-¿Evitando a Charlie? -preguntó Bill con una ceja alzada.

-¿Por qué evitas a Charlie? -preguntó Chris mirándome extrañada.

-No lo estoy evitando -dije mientras le daba una mirada fulminante a Bill -sólo que no tengo tiempo para ir a cenar a La Madriguera, eso es todo.

-Claro...-dijo Bill para después soltar una risita -debo volver adentro, nos vemos luego.

Con Chris nos dirigimos en silencio al Caldero Chorreante para comer algo, nos acomodamos en una mesa y pedimos.

-¿Por qué evitas a Charlie? -preguntó Chris después de echarse su hamburguesa a la boca.

-Ya te dije que no lo estoy evitando -le intenté dar una sonrisa.

Dragones en las estrellas [Charlie Weasley] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora